Ciudad de México.- Familias de los siete policías y dos ex agentes detenidos por su presunta participación en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa exigieron este jueves liberarlos al denunciar que los usan como “chivos expiatorios” sin que tengan relación en el caso.
Su denuncia llega después de que la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero informó ayer del arresto de nueve policías, siete estatales y dos municipales de Iguala, por parte de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía General de la República (FGR) por el caso Ayotzinapa.
Sin embargo, este jueves esa dependencia estatal precisó que los dos policías preventivos de Iguala ya no estaban en activo por lo que ya no pertenecen a esa corporación municipal.
Familiares de los policías estatales se manifestaron este día al exterior de la delegación de la FGR en la capital de Guerrero, donde rechazaron que los detenidos hubieran participado en la desaparición de los 43 estudiantes en septiembre de 2014 al argumentar que no estaban en activo en esa ciudad.
Los familiares también cuestionaron la forma del arresto, pues ocurrió mientras participaban en un curso convocado en la Universidad Policial (Unipol) de Chilpancingo, capital del estado, pese a que varios de ellos están adscritos a otros puntos de la entidad.
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Familiares del policía Pablo Jiménez Morales, con más de 20 años de antigüedad en esa corporación, detallaron que cuando ocurrieron los hechos de Iguala él estaba adscrito a la playa de Acapulco, por lo que no hay manera de que tenga relación con ello.
En el caso del policía Ramiro Alvarado Sánchez sus familiares dijeron que sí estaba en Iguala, pero que en ese momento estaba comisionado en una dependencia y no en función de operativo.
Su hijo, Román Alvarado, aseguró que su papá tiene un historial impecable porque “no tiene problemas de adicciones y no se relaciona con personas fuera de la ley".
"Ahora se lo quieren llevar para el Altiplano sin permitirnos verlo, eso simplemente no se vale”, lamentó Román Alvarado.
Los familiares inconformes denunciaron también que los detenidos están incomunicados y que en las próximas horas los trasladarán al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1, conocido como El Altiplano, en la ciudad de Almoloya, del Estado de México.