Ciudad de México. - Esta mañana de miércoles 6 de marzo un grupo de encapuchados derrumbó la puerta 1 de Palacio Nacional con el objetivo de interrumpir la Mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los videos del momento fueron compartidos en las redes sociales, donde se aprecia cómo las personas de manera agresiva , rompen una de las puertas.
De acuerdo a medios nacionales, los encapuchados son los normalistas de Ayotzinapa, acompañados de los padres de los 43 estudiantes que fueron desaparecidos en 2014.
Según los primeros informes, el grupo de personas utilizó una camioneta para derribar una puerta que se encuentra sobre la calle de Moneda, por donde ingresaron al recinto, sin embargo, fueron replegados con gases lacrimógenos.
El Universal dio a conocer que el presidente Andrés Manuel López Obrador sí se percató de lo que ocurría afuera y solo se limitó a responder que: “los va a atender el subsecretario de Gobernación (Arturo Medina)”.
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De acuerdo a medios nacionales, los normalistas exigen una reunión con el presidente López Obrador, ante la falta de resultados para esclarecer el caso de la desaparición forzada de 43 de sus compañeros el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
¿Qué pasó en Iguala, Guerrero en 2014?
En 2014, en Iguala, Guerrero, México, ocurrió un evento trágico conocido como la Desaparición Forzada de Ayotzinapa. El 26 de septiembre de 2014, un grupo de estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, en Iguala, fueron atacados por la policía local mientras se dirigían a la Ciudad de México para conmemorar una masacre estudiantil ocurrida en 1968.
Durante el ataque, seis personas murieron, incluyendo a tres estudiantes, y 43 estudiantes más fueron secuestrados. Posteriormente, se reveló que los estudiantes desaparecidos habían sido entregados a miembros de un grupo criminal local por la policía y que habían sido asesinados. Sin embargo, hasta la fecha, los restos de la mayoría de los estudiantes aún no han sido encontrados y muchas preguntas siguen sin respuesta.
El caso desencadenó una crisis nacional e internacional sobre los derechos humanos, la corrupción y la impunidad en México, así como protestas masivas en todo el país exigiendo justicia y la renuncia del presidente Enrique Peña Nieto y su gobierno.