Ciudad de México. – Las versiones que apuntan supuestos nexos entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el narcotráfico se intensificaron en las últimas horas, toda vez que la periodista Anabel Hernández, mediante un nuevo libro, corroboró que el mandatario llegó a recibir dinero de organizaciones delincuenciales.
En la obra titulada ‘La Historia Secreta’, Hernández describe que fue Sergio Villarreal Barragán “El Grande”, integrante del Cártel de Sinaloa, y que se encuentra detenido desde el año 2010, quien dio el dinero a AMLO con motivo del financiamiento de su campaña presidencial del año 2006.
La autora señaló que el monto económico fue de 500 mil dólares, mismos que fueron entregados en un hotel de Gómez Palacio, Durango, el 15 de junio de 2006, esto confesado por el propio Villarreal ante la Procuraduría General de la República (PGR), indicando que tenía órdenes de Arturo Beltrán Leyva.
De hecho, se menciona que el dinero fue entregado a nombre de capos como: Joaquín Guzmán Loera alias "El Chapo", e Ismael Zambada García alias "El Mayo".
Anabel Hernández escribió la cita textual de un testimonio entrevistado, quien estuvo involucrado en la entrega del dinero al ahora presidente de la República, y según se puede leer en su columna publicada este miércoles en DW, la filosofía “abrazos no balazos” era conocida como “tener al pueblo en paz".
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“Yo pensaba: ‘Este güey no va a ganar (AMLO)'. Yo me equivoqué, sí cumplieron todo lo que prometieron. Que los gringos se fueran, que los iba a traer cortos. No le llamaba entonces ‘abrazos, no balazos', sino que quería tener al pueblo en paz”, narra.
“Todo lo que les prometió Obrador son cosas que están sucediendo ahora, le está cumpliendo al Cártel de Sinaloa, los narcotraficantes son los más felices de que él esté en el poder. Yo lo veía muy cabrón, pensaba: ‘No va a cumplir'. ¡Y mira! ¡Sí cumplieron!”, continuó el testigo.
“El Grande” no era cualquier narcotraficante, ya que se trataba del más grande aliado de Arturo Beltrán Leyva, incluso su ingreso al narco se dio cuando era policía Ministerial en Coahuila, en la década de los 90, cuando conoció a Amado Carrillo Fuentes, conocido como El señor de los cielos y líder del Cártel de Juárez.