Tizimín. – El colectivo Alianza Maya por las Abejas, denunció la muerte masiva de abejas que fueron víctimas de insecticidas, el municipio de Tizimín, Yucatán.
Mediante su página de Facebook, el colectivo publicó que en marzo del presente año, 769 colmenas que pertenecían a 22 apicultores resultaron afectadas por la expansión de este químico utilizado contra ciertas plagas que afectan las plantaciones.
“Estas colmenas estaban en apiarios ubicados en 4 regiones diferentes del municipio cercanas a ranchos propiedad de la empresa Enerall, que en ese momento se encontraba cultivando maíz bajo riego. Se encontró que la causa de muerte de las abejas fue una intoxicación con el insecticida Fipronil. Este plaguicida se encuentra prohibido en decenas de países por ser altamente peligroso para las abejas”, reclamó.
La asociación dijo haber enviado los restos de las abejas muertas al Laboratorio Nacional de Toxicología, en CIATEJ, Unidad Apodaca, donde se detectaron residuos de residuos de los siguientes insecticidas: fipronil, clorpirifos y endosulfan, así como fipronil sulfone y fipronil sulfide.
En cuanto al fipronil, se mencionó que está prohibido en toda la Unión Europa y once países más debido a sus efectos letales sobre las abejas, no así en México, donde se busca su cancelación con ayuda de la Cofepris.
La muerte de las abejas significó, a su vez, grandes pérdidas económicas superiores a los 4 millones de pesos para las personas encargadas de la crianza de este insecto alado, aunado a la pérdida de 3 mil 630 días de trabajo rural.
La Alianza Maya por las Abejas indicó que, si bien hubo denuncias ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), las cuales son atendidas, hasta ahora no han interpuesto alguna medida de seguridad que ayude a atender el problema.
Por otro lado se recordó que esta no es la primera vez que sucede un evento de esta magnitud, ya que en 2018 hubo grupos de apicultores afectados por herbicidas utilizados en potreros cercanos a apiarios, que externaron su queja ante las autoridades que, por su parte, ignoraron lo acontecido.