Ciudad de México. – La Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo), alertó acerca de los riesgos que existen en el sentido que los niños vean la popular serie de Netflix ‘El Juego del Calamar’.
Señaló que esta ficción suele presentar contenido violento, en donde sobresalen los retos arriesgados que enfrentan los personajes que, por este motivo, ponen su vida en peligro.
Al respecto, la organización indicó que el problema con ello es cuando este tipo de producciones llegan a las manos de niños y adolescentes, puesto que muchas veces no son capaces de entender que se trata de una serie y que no deben de imitarse los comportamientos de la misma.
“La serie no está destinada a menores de edad, pero cuando este tipo de contenidos violentos llegan a los más pequeños se está produciendo una auténtica alarma social, ya que los menores de edad imitan las conductas violentas y tratan de realizar los peligrosos retos que se aprecian en la serie”, dijo Benjamín Ballesteros, director de Programas de Fundación ANAR.
Sobre los adolescentes, la fundación explicó que el peligro en ellos tiene que ver con el hecho de que viven una edad donde buscan sensaciones nuevas y placer, lo que puede llevarles a realizar conductas arriesgadas, poniendo su vida en grave peligro.
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Por otro lado, acusó que los padres y madres no siempre son conscientes del tipo de contenidos que está viendo sus hijos, y si estos son realmente apropiados o no para ellos.
“Algo especialmente complicado cuando se tratan de fenómenos mediáticos, modas o presión social”, indicó.
A fin de salvaguardar la integridad de los menores de edad, Fundación AMAR recomendó a padres e hijos ver las series juntos, y por supuesto, informarse sobre el contenido que les interesa a los más pequeños.
También pidió tener cuidado para no normalizar la violencia, y enseñarles a las y los niños a resistir la presión social, además de fomentar el pensamiento crítico y transmitirles información sobre los riesgos tecnológicos.
“Es importante señalar que cualquier niño, niña y adolescente podría verse afectado por la influencia de este tipo de contenidos, pero hay perfiles de menores de edad que son especialmente vulnerables”, recordó, haciéndose énfasis en menores con ansiedad, depresión o que hayan vivido eventos traumáticos.