Se recupera la venta automotriz

Distribuidores de autos prevén crecimiento en 2023, aunque todavía por abajo de la prepandemia

Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotrices
Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotrices
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Las ventas del mercado automotriz mostraron en 2022 una recuperación del 7% con respecto al año previo. Sin embargo, la colocación unidades ligeras aún no regresa a los tiempos de la prepandemia.

El 2022, explica Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotrices (AMDA), comenzó a dar resultados positivos a partir de mayo. 

La colocación de unidades ha evolucionado de manera incipiente, dice,debido que la industria aún carga con escasez de materiales, como microcomponentes, y enfrenta daños en las cadenas logísticas, que afectan la disponibilidad de inventarios.

Sin embargo, hacia la última parte de 2022, agrega Rosales Zárate, “hubo mejor disponibilidad de vehículos para surtir los pedidos, y con ello terminar el año con un resultado positivo”. 

Si bien el mercado ya inició una racha favorable todavía el sector no se sobrepone a la dura caída de casi -30% provocada por la pandemia del COVID-19. 

Durante los últimos dos años, la variación ha sido positiva, aunque ésta acumula poco menos del 14% contra la baja del 2020, amplía Rosales.

Las agencias de autos del país comercializaron el año pasado 1 millón 86,058 unidades vehiculares, -17.6% menos que las adquiridas por los compradores en 2019, antes de que se de-
satara la pandemia del Coronavirus.

El problema de desabasto de unidades, causado entre otras cosas por la escasez de chips y los retrasos  aduanales en puertos asiáticos, también comienza a ceder.

Ante ello el presidente ejecutivo de la AMDA se muestra optimista sobre las perspectivas del sector.

“Poco a poco van recuperándose las cadenas de producción y eso nos da una expectativa de mantener este ritmo y que, hacia mediados del 2023, se pueda normalizar la entrega de vehículos, y que ya no tengamos tanto tiempo de espera”, plantea.

Actualmente los tiempos para recibir un vehículo nuevo promedian dos meses, la mitad de lo que se llegó a registrar en 2021. 

La situación tenderá a mejorar, aunque el resultado nuevamente involucra un “freno de mano”, ya que la reducción de tiempos para la entrega de unidades depende no sólo a la capacidad de producción y suministro de unidades, sino también de que se revierta la actual racha alcista en los precios, explica el presidente ejecutivo de la AMDA.

“Estamos observando una disminución de la demanda a consecuencia de la situación inflacionaria, que tiene un efecto inmediato en reducir la capacidad de compra de los compradores”, advierte.

Con este panorama, los distribuidores auguran una recuperación sostenida, aunque todavía en niveles bajos.

“Tenemos la expectativa de 1 millón 127,000 unidades comercializadas en 2023, lo que nos estaría dejando ligeramente por debajo de un 4% de mejora respecto al cierre de 2022, y todavía por debajo de los niveles de la prepandemia”, anticipa Rosales.

A decir del dirigente sectorial, la vuelta a la normalidad en las ventas de autos podría llegar hasta el 2025.

El récord actual en comercialización de carros nuevos en el país corresponde al 2016, cuando se colocaron más de 1.6 millones de unidades.

Volver a esta cifra no se percibe viable “en el horizonte de los próximos cinco años”, reconoce Zárate.

 Nuevo León, un mercado importante 

Para el presidente de la AMDA, Nuevo León juega un papel clave  dentro del sector automotriz, al tener una participación del 7% a nivel nacional.

“Es el tercer mercado más importante por entidad federativa, siguiendo al primer lugar, que es Ciudad de México, y al  Estado de México, que es el segundo”, explica Rosales Zárate.

Sin embargo, la participación del estado podría mejorar ante el fenómeno del nearshoring, que favorece la instalación de industrias y empresas que buscan estar más cerca de sus mercados, donde Nuevo León tiene a su favor la proximidad con Estados Unidos.

“A partir de las oportunidades generadas por el nearshoring que se está observando en Nuevo León, una llegada de más inversiones, la creación de más plazas laborales, todo redundará en un resultado en el mercado doméstico”, prevé Rosales Zárate.

Y los eléctricos, a vuelta de rueda 

Aunque cada vez hay más interés y conciencia entre los compradores mexicanos por adoptar tecnología que genere menos emisiones, las unidades eléctricas todavía no se abren paso con firmeza en el país, por lo que difícilmente serán un factor en la ansiada recuperación del sector. 

“Estimo que en total se habrán colocado un poco más de 4,000 vehículos eléctricos 100% eléctricos en el país y esto es una mínima proporción del total del mercado, que fue de 1 millón 86,000 unidades del año pasado”, comenta el presidente ejecutivo de la AMDA.

El reto, dice, es desarrollar más investigación para “contar con una tecnología de menor costo”, de tal manera que el valor final  de los vehículos eléctricos “esté más cercano a lo que actualmente son los costos de manufactura de un vehículo de combustión interna”, expresa.