Los recortes masivos vividos en el sector tecnológico dejaron una lección importante para los emprendedores: cualquier proyecto nuevo será revisado con cautela extrema por los inversionistas.
“Se van a fijar mucho más en los fundamentos de los negocios, no sólo en su potencial, sino en ventas, flujos de caja y en métricas más tradicionales”, asegura Luis Felipe Treviño, director senior de la firma de inversión privada Beamonte Investments.
“El 2023 será un año en que el mercado y los inversionistas serán mucho más cautos al invertir, especialmente en tecnología, venture capital y startups; habrá una selección natural de empresas y sólo el tiempo nos dirá cuáles podrán sobrevivir”, agrega el especialista de la firma con sede en Nueva York.
Según Layoffs.fyi, sitio operado por el empresario de San Francisco Roger Lee, los recortes en el sector tecnológico global superan actualmente las -100,000 personas, entre enero del 2020 y el mismo mes del presente año.
La empresa que encabeza los despidos es Amazon, propiedad de Jeff Bezos, con más de -18,000 personas.
Google, cuyo presidente es John L. Hennessy, aplicó apenas el 23 de enero pasado -12,000 despidos.
Este fenómeno ha cobrado particular fuerza con el retorno a la normalidad de la post pandemia, ya que durante los confinamientos previos las empresas habían hecho grandes contrataciones, para atender el fuerte crecimiento que tuvo la demanda de servicios en línea.
“Nuestro mundo se había vuelto casi 100% digital -dice Treviño-, pero ya estamos regresando a las oficinas, a los restaurantes, al centro comercial, y las empresas tienen que bajar la escala de lo que habían estado invirtiendo, la demanda ya no está ahí, ha cambiado”.
Sin embargo, el experto de Beamonte Investments, firma que presume una trayectoria de más de $8,000 millones de dólares en transacciones, prevé que los profesionales que perdieron su trabajo serán reabsorbidos rápidamente por otras industrias.
“Se van a poder emplear relativamente rápido porque ahora estamos viendo la transformación de la inteligencia artificial que, pese a todo, tiene que tener un componente humano”, plantea Treviño al aclarar que la mayoría de los recortes de la industria tecnológica han correspondido a programadores y diseñadores.
¿Será ‘AI’ otra burbuja?
El sector tech no es ajeno los ciclos de crecimiento desmedido que acaban produciendo quiebras y despidos masivos.
Una de sus burbujas se vivió en el cambio de siglo con la primera gran masificación de internet, que trajo decenas de nuevas empresas e inversiones para participar en un mercado que al final no dejaría espacio para todos.
Fenómeno similar fue el que se vivió durante la pandemia, la cual subió al tren de la conectividad a millones de consumidores en todo el mundo, quienes antes no participaban de las transacciones en línea o simplemente eran poco afectos a los servicios vía internet.
En México, esta etapa fue campo fértil para la proliferación de las apps de entregas a domicilio, el comercio electrónico y las plataformas de streaming.
Según Treviño, en los tiempos más intensos de la pandemia, el país se volvió altamente dependiente de los servicios en línea, pero actualmente los consumidores vuelven a vivir una parte de sus vidas en forma “offline”.
Sin embargo, estima, si en la pandemia el consumo de servicios digitales equivaliese a un 100%, actualmente nos encontraríamos a un 50 o 60 por ciento de aquellos márgenes.
Aun así, hoy se avizora una nueva y potencial revolución con el crecimiento acelerado de la Inteligencia Artificial (“AI”, por sus siglas en inglés).
Esta nueva ola fue detonada tras el surgimiento, en noviembre pasado, del ChatGPT, un chat conversacional creado por la firma de San Francisco OpenAI.
Dadas sus cualidades de avanzada para interactuar con humanos, ChatGPT ha llegado a plantear dilemas no sólo en la tecnología y los negocios, sino en los de las sociedades mismas.
Algunos expertos ya han comparado este potencial de cambio con la invención de la imprenta, en 1455, que permitiera la producción seriada de libros y fuera determinante para la transmisión del conocimiento y el arte.
El impacto de ChatGPT en los negocios es innegable, pues la efervescencia del nuevo chatbot ha obligado a los gigantes de internet, como Google y Microsoft, a lanzar nuevas plataformas de AI para atraer el interés y la atención de los millones de consumidores que se han hecho aficionados al nuevo robot.
Sin embargo, la excitación es tal que contiene los elementos ideales para la creación de una nueva burbuja, lo que pudiera inflamar expectativas y dejar a muchos tirados en el camino.
Inversionistas más exigentes
Las lecciones de la pandemia están frescas y muchos negocios aún se lamen las heridas de lo que fue apostarle a proyectos con una escala engañosa.
Algunas startups, en especial las del segmento fintech -que combina negocios financieros con conectividad online- podrían haber sobredimensionado sus posibilidades.
“Es un mercado extremadamente caliente”, alerta Luis Felipe Treviño sobre este sector.
“Quienes están detrás de las fintech aseguran que hay un mercado potencial muy grande para ellas entre los consumidores de México y América Latina que hoy no tienen acceso a los servicios de la banca tradicional, pero existen barreras de acceso, como las de tipo económico; sus valuaciones están muy altas”, opina el especialista en inversiones.
A ello se suma que si bien el 2023 ofrece hoy un panorama menos complicado que el previsto hace sólo unos meses, los nubarrones aún persisten.
“Traemos presiones macroeconómicas, de inflación, de crecimiento y todavía hay riesgos de una posible recesión en Estados Unidos, país del que México tiene una alta dependencia”, advierte Treviño.
De acuerdo con el experto en inversiones, la pandemia privilegió de forma tan intensiva los negocios basados en tecnología, lo que hizo que muchos de ellos se olvidaran casi por completo de las “métricas tradicionales”.
“La empresas deben contar con un plan de riesgos, cuidar bien los flujos de caja y reducir costos, considerando que la tecnología es una industria que por su naturaleza puede aprovechar las bondades del teletrabajo”, recomienda.