Aunque se considera que Morena tiene una base sólida en los estratos económicos bajos, dentro del movimiento también hay líderes del sector privado que, con un enfoque en la movilidad social, visualizan el progreso futuro del país. Entre ellos está Gustavo Morton Barrera, el presidente del Consejo de Empresarios por la Cuarta Transformación en Nuevo León.
En entrevista desde su casa en la exclusiva zona de la Joya de la Corona en San Pedro, Morton destaca la importancia de apoyar a las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) para impulsar el crecimiento económico y social de México.
“El expresidente AMLO decía: ‘Por el bien de México, primero los pobres’. Nosotros decimos: ‘Por el bien de la economía, primero las Pymes’. Y es que si hubiera un verdadero apoyo, México no tendría límites”, afirma el empresario.
La movilidad social, explica, “es cuando una persona sube de nivel económico con la esperanza de que sus hijos tengan mejores oportunidades, como una educación superior”.
En países como Estados Unidos y algunos de Europa, amplía, la clase media predomina, es decir, existe hasta en un 90%, aunque reconoce que en estos países existen altos impuestos.
Cuando se le pregunta si su enfoque es aspiracionista, algo que el ex presidente, Andrés Manuel López Obrador criticaba, Morton distingue entre dos tipos de aspiracionismo: el económico y el social. “El aspiracionista económico es válido porque representa superarse; el social, en cambio, busca pertenecer a círculos en los que no tienes cabida y lo haces sin un esfuerzo real detrás”.
Reconoce que su postura dentro de Morena, un partido generalmente asociado con las clases menos favorecidas, le ha generado debates. Aun así, defiende su apoyo a los sectores más vulnerables, pero advierte que muchas veces éstos terminan beneficiando indirectamente a los grandes empresarios.
Dar liquidez a las pequeñas empresas
Empresarios por la Cuarta Transformación (E4T) fue fundada en 2018 por Javier Garza Calderón. Se trata de una asociación civil que surgió con el fin de que las Pymes tuvieran una verdadera representación, apoyar su financiamiento y convertirse en un promotor que impulse la creación de una Confederación Nacional, destaca Gustavo Morton.
“Soy el presidente en Nuevo León, y desde entonces la organización ha crecido considerablemente. No ocultamos nada porque creemos que, dentro del empresariado, también hay pobres y ricos. Los pobres son las Pymes, y estamos abandonándolas, sin mucho apoyo”, expresa.
El empresario regio agrega que “las grandes empresas se financian a través de las pequeñas. Se estima que el 35% del financiamiento de una empresa proviene de sus proveedores. El gobierno, los municipios, Pemex y la CFE tampoco pagan a tiempo”.
Esto, según él, provoca una alta mortalidad entre las Pymes.
“Hemos propuesto varias iniciativas para solucionar esto, pero las grandes cámaras no las han apoyado, porque si lo hicieran, nos pagarían a tiempo”, asegura.
Morton subraya además la importancia de crear una ley que estipule que las facturas deban liquidarse en un plazo de 60 días. “Si no pagan a tiempo, deberían generar intereses. No es justo que yo tenga que pedir préstamos porque no me han pagado”.
Actualmente, menciona, “para venderle al gobierno estatal, si no tienes contactos, ni lo intentes, ya que deciden discrecionalmente a quién pagar y a quién no. Esto eleva los costos”.
Por ello, Morton asegura que el Congreso de la Unión debe apoyar la creación de una “Ley de Certeza de Pago”, y confía en que la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, tenga un interés especial en impulsar a las Pymes, que representan el 99% de las empresas del país.
En relación con el fenómeno de relocalización de cadenas de producción y distribución (llamado nearshoring), Morton propone una nueva visión: el self-shoring. Esto significa que las empresas mexicanas aprovechen los beneficios que se otorgan a los inversionistas extranjeros, integrándose en las cadenas de valor y sustituyendo importaciones.
“Necesitamos hacer lo que los chinos hacen para venderle a Estados Unidos. Somos dueños de la tierra, pero parece que los extranjeros están diciendo: ‘Quítate, que yo lo hago mejor’”, plantea.
Morton enfatiza que es esencial promover medidas que faciliten la creación y permanencia de las Pymes, de modo que puedan ser las proveedoras de contenido nacional para las grandes empresas internacionales. “Con mayor estabilidad y permanencia de las Pymes en las cadenas de valor nacionales, el siguiente paso será fomentar su participación en los mercados internacionales, especialmente en América del Norte”, asegura.
En México, agrega, existen 5.5 millones de unidades económicas, pero solo 6,504 exportan, y generalmente son grandes multinacionales que aprovechan los tratados comerciales, dice.
La falta de información y la burocracia impiden que muchas Pymes aprovechen los cupos y aranceles preferenciales obtenidos en negociaciones internacionales, agrega.
Por lo tanto, el gobierno tiene la responsabilidad de ayudar a las Pymes a acceder a los mercados globales, multiplicando así su base de consumidores.
La solución, según Morton, reside en el programa RESICO 2.0, que busca la simplificación administrativa, acceso a créditos, certeza de pago, capacitación en calidad, investigación y desarrollo, así como la sustitución de importaciones.
Un empresario fiel a la cuarta transformación
¿Qué aspectos de la visión de la 4T considera más favorables para el desarrollo de las empresas en México?
Los aspectos más favorables de la 4T para el desarrollo empresarial aún no se han visto por completo, ya que persiste un rezago significativo, especialmente para las Pymes.
Cuando se habla de empresarios, suele pensarse en personas ricas y poderosas, pero la realidad es distinta. El empresariado mexicano está compuesto por 5.5 millones Pymes y sólo alrededor de 50,000 grandes empresas.
El 99% de los empresarios en México son Pymes, que representan la verdadera fuerza del país. Sin embargo, los políticos siguen enfocándose en atender únicamente a las grandes empresas, e incluso llegan a subordinarse a ellas. Existe una creencia no confirmada de que en Nuevo León los grandes empresarios son quienes “ponen” a los gobernadores mediante su apoyo político y económico. Y los resultados han sido claros: la crisis de liderazgo que hemos enfrentado en Nuevo León ha afectado el progreso del estado.
Lejos de avanzar, Nuevo León ha perdido su liderazgo frente a otros estados del país. Enfrentamos crisis en diversos ámbitos: político, económico, de seguridad, movilidad y medio ambiente, todo debido a la incompetencia de los últimos gobernantes.
¿Cómo concilia su papel como empresario con las políticas de la 4T, que a menudo critican el neoliberalismo y la concentración de capital?
El expresidente Andrés Manuel López Obrador nos ayudó a entender el verdadero significado del neoliberalismo. Antes de él, mucha gente no tenía una idea clara de lo que representaba. AMLO expuso cómo el poder económico operaba en México, revelando el abuso y la sumisión del poder político a los intereses de las grandes empresas, lo que perjudicaba a la población.
Muchas de estas empresas no pagaban impuestos, obtenían concesiones ventajosas, y en algunos casos actuaban en detrimento del medio ambiente. No tenían una visión social, con prácticas como el outsourcing, salarios bajos y la subordinación del Poder Judicial.
Aquellos que perdieron sus privilegios no aceptaron estos cambios y continúan usando su poder económico para atacar las políticas de la 4T. Antes, todo estaba a su favor: privatizaciones fraudulentas, contratos para pagar menos por la energía eléctrica, entre otros beneficios. El poder político estaba subordinado al poder económico.
Estas grandes empresas confiaban en que, a través de la corrupción del Poder Judicial, seguirían dominando. Solían decir “nos vemos en los tribunales”, confiados en que los juicios podrían extenderse lo suficiente para ser exonerados por algún juez, dado que el presidente solo estaría en el cargo por seis años. Sin embargo, se enfrentaron no solo al presidente, sino al verdadero poder: el pueblo.
¿Cree que deberían realizarse cambios estructurales para que el sector empresarial y el gobierno trabajen de manera más armónica?
Definitivamente. Si logramos una mayor derrama económica y social, el mercado interno se fortalecerá, lo cual beneficiaría a todos. Sin embargo, esto es un proceso a mediano plazo, y muchos empresarios buscan resultados inmediatos, sin comprender que el fomento de la movilidad social impulsa el crecimiento económico a largo plazo.
¿Cómo ha afectado su relación con otros líderes empresariales, especialmente aquellos que tienen una visión crítica de la 4T?
No les agrada el empoderamiento de las Pymes, porque no entienden su importancia. Sin embargo, no les queda otra opción y algunas cámaras empresariales ya están reaccionando y prestando más atención a las Pymes. Por ejemplo, promovimos el RESICO, que ha sido un éxito, pero también impulsamos la “Ley de Certeza de Pago”, a la que las grandes cámaras se opusieron porque quieren seguir financiándose de sus proveedores. Esto muestra claramente que no desean perder sus privilegios.
¿Qué oportunidades ve para que los empresarios colaboren con el gobierno para resolver problemas sociales como la pobreza y la desigualdad?
El crecimiento económico con movilidad social y el fortalecimiento del mercado interno son claves. Debemos enfocarnos en generar crecimiento con bienestar y luchar contra la corrupción corporativa.
El gobierno ha sido crítico del modelo neoliberal, pero las empresas han prosperado bajo este sistema. ¿Cómo se puede equilibrar la rentabilidad empresarial con políticas más redistributivas?
Las empresas prosperarían aún más si hubiera una mayor distribución económica. Por ejemplo, los apoyos a los adultos mayores generan un aumento directo en las ventas de las tiendas de autoservicio, ya que gran parte de estos fondos se destina a la compra de alimentos. Esto ha sido una inyección importante para el comercio.
¿Qué rol deberían tener las grandes empresas en la creación de un modelo económico más equitativo, alineado con los ideales de la 4T?
Se deben quitar la venda de los ojos. Las grandes empresas deben entender que el crecimiento beneficia a todos, y más aún a ellas. Necesitan adoptar una visión más social y menos centrada en sus propios intereses.
¿Cómo evalúa el impacto de las políticas sociales y fiscales del gobierno en las Pymes en comparación con las grandes corporaciones?
La clave para el crecimiento es aumentar la recaudación sin incrementar impuestos. Si ampliamos la base tributaria, el gobierno contará con más recursos para invertir en infraestructura. Sin embargo, es fundamental combatir la corrupción y la informalidad. No es justo que muchos alcaldes salgan de sus mandatos enriquecidos, sin que nadie los detenga. Es nuestra labor poner un alto.
¿Cuál es su visión a largo plazo para el sector empresarial en México si la 4T logra consolidar su modelo económico?
Mi visión es que más empresarios mexicanos, no extranjeros, aprovechen nuestra cercanía con el mercado más grande del mundo: Estados Unidos.
Es vergonzoso que los extranjeros sean quienes vienen a instalarse y hacer negocios aquí, como si nos dijeran: “Quítate, tú no puedes, no sabes, no estás capacitado. Deja, lo hago yo”. Debemos cambiar esa mentalidad.