México enfrenta este año un panorama económico difícil, con fuertes desafíos que influirán en sus posibilidades de crecimiento, el potencial de su poderoso comercio exterior y en la oportunidades para la inversión.
El marco macroeconómico proyectado en los Criterios Generales de Política Económica 2025 anticipa presiones en las finanzas públicas, que podrían poner en ‘jaque’ a la economía.
Mientras se espera que los ingresos presupuestales desciendan, los gastos en rubros como las pensiones aumentarán, así como el pago de intereses de deuda, y los programas sociales.
De ahí que los analistas consideren como una buena opción llevar a cabo una reforma fiscal, pues cada vez habrá menos dinero y los ingresos no aumentarán, mientras que las pensiones, la deuda y los programas sociales generarán un presupuesto comprometido.
Bajo este panorama, la política fiscal del gobierno para fomentar el crecimiento será nula, considera Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base. “Más bien creo que, en lugar de fomentarlo, la política fiscal va a frenar el desempeño económico del país, dado el recorte en el gasto”, plantea.
Así el panorama económico de 2025 dista mucho de ser optimista. Este año, aseguran los observadores, será complejo y lleno de desafíos, tanto en el ámbito interno como en el externo.
“La economía mexicana vive una etapa de desaceleración, una parte de ella auto-infligida por las iniciativas y reformas aprobadas que deterioran el marco institucional de México, generan incertidumbre y afectan el crecimiento”, opina Siller.
Para el cierre del 2024, la especialista tienen una estimación de 1.4% en el PIB nacional, y para 2025, del 0.8 por ciento.
Esta fase de desaceleración económica se acentuó en el último trimestre del año pasado, con tasas de crecimiento moderadas, por lo que muy probablemente se extienda al primero y segundo trimestre del año, anticipa.
a cuidar el grado de inversión
Ernesto O’Farrill, presidente de Bursamétrica, coincide con Siller en que hay una desarticulación del marco institucional de la economía, el cual atribuye al Congreso y a las reformas aprobadas a finales del 2024. Las reformas, dice, generaron desconfianza en los mercados y entre los inversionistas, aumentando la probabilidad de que México pierda su grado de inversión.
“Este debilitamiento institucional afecta negativamente la captación de Inversión Extranjera Directa (IED) y la confianza del sector privado”, opina.
“Aunque el gobierno ha dado señales de apertura hacia la inversión privada en sectores como energía y renovables, estas medidas chocan con decisiones contradictorias, como la prohibición del fracking mientras importamos gas proveniente de esta práctica desde Texas”, expresa.
“La falta de un programa de gobierno genera incertidumbre respecto a las prioridades que tendrá el Ejecutivo en sectores clave como hidrocarburos, energía eléctrica y recursos hídricos, lo que afecta la planificación y el atractivo para la inversión privada”, considera.
El especialista agrega que es necesario mandar a la comunidad internacional un mensaje de tranquilidad y confianza, para lo cual se requieren definiciones sobre políticas públicas eficientes, y factores estructurales que den estabilidad interna y externa para asegurar el atractivo a la inversión, y mantener la calificación del país.
Hoy México tiene Baa2 con perspectiva estable, que es un nivel medio del grado de inversión y lo tiene desde julio de 2022. Sin embargo, es importante mantenerlo, si no el crecimiento “que ahora es bajo, se esfumaría”, asegura el fundador de Bursamétrica.
los aranceles de trump, una amenaza real
La relación con Estados Unidos será determinante este 2025. O’Farrill señala que la posible imposición de aranceles por parte del presidente Donald Trump, a partir del 20 de este mes, así como medidas restrictivas por la migración ilegal y el tráfico de fentanilo, podrían perjudicar el comercio bilateral.
“México depende de la economía de Estados Unidos, por lo que si el presidente Trump ejecuta las amenazas, la situación para el país se complicará aún más”, advierte el presidente de Bursamétrica.
Y lo peor es que, dice, “Trump sí cumplirá su amenaza, es irracional, pero lo hará”.
Y no lo extenderá más, agrega, porque los aranceles que imponga, a la larga afectarán negativamente también, a los consumidores y a la economía estadounidense.
Inga Fechner, economista senior y especialista en comercio internacional de ING, considera, al igual de O’Farrill, que la imposición de aranceles de 25% a productos de México y Canadá, y del 10% a productos chinos, sí será puesta en marcha, pues es un compromiso que Trump estableció en campaña.
“Tal vez no el día de su investidura, pero sí lo hará. Nuestra mejor suposición es que veremos esto a partir del segundo trimestre de 2025 en adelante”, prevé.
Esto hará que Trump consiga de parte de México y Canadá, en el primer trimestre, algunas concesiones en temas como la migración ilegal, el narcotráfico y tráfico de fentanilo, que son variables que ha puesto sobre la mesa a cambio de los impuestos arancelarios.
Aunque la revisión del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) no será este 2025, Trump ya aprovecha el tiempo y lo seguirá haciendo para conseguir lo que sus sectores requieren para negociar.
Tratará de coaccionar a sus socios rumbo al 2026, que es cuando se revisará el T-MEC, dice. En México, el sector privado ya definió la estructura del Cuarto de Junto, es decir, el servicio de inteligencia que asesorará al gobierno federal en la revisión del acuerdo, al menos en siete grupos de trabajo, el cual será operado por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y estará al mando de Judith Garza Rangel, presidente de la Comisión de Comercio Exterior de Caintra.
El nearshoring, ¿oportunidad desaprovechada?
Todo esto, aunado a la tensa relación entre Estados Unidos y China, junto con el conflicto de Ucrania, mantendrá los flujos de comercio e inversión alterados.
El nearshoring, que es la reubicación de empresas internacionales en México para aprovechar la cercanía del mercado estadounidense, sería un arma de dos filos, pues corre el riesgo de no ser aprovechado como se debe y pasar a ser una oportunidad para otras economías, anticipan.
“México no está aprovechando el nearshoring porque nos falta promoción en el exterior, nos falta energía eléctrica, agua, carreteras seguras y certidumbre respecto a la política económica interna, puedo decirte que no estamos aprovechando ni el 5% de las ventajas del nearshoring”, asegura Siller, de Banco Base.
Mientras, detalla O’Farrill, países como la India y Vietnam están captando mayores flujos de inversión extranjera, pese a no contar ni con la mitad de los tratados comerciales que México tiene.
“Pero eso lo logran ellos, pues a pesar de no tener un T-MEC, tienen políticas económicas más consistentes y favorables, que no deterioran la confianza. Tenemos el récord Guinness en tratados de libre comercio, pero no somos capaces de aprovecharlos”, asegura el presidente de Bursamétrica.
No es explicable, dice, que “llevemos años siendo una potencia exportadora, que seamos el socio comercial más importante de la economía más grande del mundo y no seamos capaces de contar con un Eximbank. No es posible que llevemos no se cuantos años tratando de hacer funcionar al Bancomext, y no lo consigamos”, detalla.
Por todo esto, dice, ve muy difícil que México logre este año un buen crecimiento. Mientras el gobierno espera un optimista desempeño de entre el 2% y 3%, en Bursamétrica estiman un crecimiento negativo del -0.5 por ciento.
“Es inminente que la combinación de los factores internos y externos que hemos mencionado lleven a una contracción de la inversión y un menor crecimiento con Estados Unidos”, dice.
A sacar ventaja de los Motores de crecimiento
A pesar de contextos interno y externo adversos, uno de los sectores que podrían impulsar la economía es el de las exportaciones, principalmente hacia Estados Unidos, al tiempo que otros seguirían a la baja, prevén los especialistas entrevistados.
Ernesto O’Farril considera que la industria automotriz continuará siendo clave. Sin embargo, habrá que esperar a ver qué ocurre con Trump.
La Industria Nacional de Autopartes (INA) ya anticipa una afectación y pérdidas por hasta $24,000 millones de dólares en caso de que la amenaza del presidente estadounidense de imponer aranceles de hasta 25% se cumpla a los productos mexicanos y canadienses.
Los especialistas coinciden en que a pesar de que los representantes comerciales de México, Estados Unidos y Canadá tratarán de negociar en favor de fortalecer la cooperación, al menos unos meses la escalada de aranceles sí afectará a consumidores, armadoras y proveedores de la industria, ya que se trata de un sector fuertemente integrado.
Otro segmento que podría mantenerse como pilar de crecimiento es el de la infraestructura, ante la construcción de nuevos trenes y proyectos de energía, que podrían dinamizar la economía.
Mientras, el área de las energías renovables sería también un impulso importante si se supera la incertidumbre regulatoria.
“Si el gobierno realmente quiere hacer crecer la economía, debería incrementar y dinamizar la infraestructura, carreteras, la industria hídrica y la energía eléctrica”, destaca Siller.
Para que 2025 sea un año exitoso en términos económicos, será fundamental generar confianza en los mercados mediante políticas claras. Esto implica fortalecer el Estado de Derecho, implementar una reforma fiscal adecuada y priorizar sectores estratégicos como energías renovables e infraestructura.
Los riesgos están latentes: una posible pérdida de grado de inversión, una desaceleración en el comercio por las tensiones con EU, y una política económica inconsistente que limite el potencial de crecimiento.
Así que no hay de otra, plantea O’Farrill, “pues no podemos estar fomentando, según nosotros el empleo y el crecimiento, y al mismo tiempo pegándole a la confianza económica tanto interna como externa”.