La llegada de empresas a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) parece que sí será un hecho este año.
La ‘sequía’ de Ofertas Públicas Iniciales (OPIS) que inició en 2017 en el mercado mexicano y que muchos aseguran terminará este 2024, comenzó por una simple razón: México no está ofreciendo la seguridad que requieren muchas empresas para invertir.
Carlos Hermosillo, especialista bursátil independiente, asegura que esto también se debe a que muchas compañías mexicanas parecen no haberse favorecido con el desempeño económico registrado desde 2017.
“Muchas políticas macroeconómicos y su perspectiva no han sido favorecedoras para las empresas, como tampoco se percibe que haya Estado de derecho, todo esto aunado a que ha habido un periodo incierto en términos de gobernabilidad, han generado un ambiente para que las empresas no hayan estado interesadas en buscar financiamiento público”, considera.
Y esto se agudizó con la pandemia. Desde entonces, muchos empresarios empezaron a realizar inversiones de forma más racional para evitar la falta de liquidez. “Fue un periodo donde las empresas se hicieron chicas, aparte de que no tenían demandas de financiamiento, pues no se veía un crecimiento”, explica el experto.
En ese entonces, la mayoría optaba por hacer reservas de efectivo, liquidar pasivos y mejorar su situación financiera, para mantenerse sanas.
También hubo un auge en el surgimiento de startups, que no se financian en el mercado de valores, sino con capital privado, pues es su fuente natural para obtener recursos, ya que son créditos de bajo riesgo para ellas. En cambio, quien sale a la Bolsa es porque va por grandes cantidades de recursos.
Por todas estas razones, la BMV, que preside Marcos Martínez Gavica, tiene desde 2017 sin realizar colocaciones y no sólo eso, en los últimos años, al menos 18 emisoras (empresas) que contaban con acciones en el mercado bursátil mexicano han decidido su desliste, como fue el caso de: Bachoco, Bio Pappel, Herdez, Sanborns, Lala, IEnova, entre otras.
Se deslistan en cascada
En un entorno de baja liquidez, bursatilidad, pobres valuaciones de mercado, fusiones y un deterioro del mercado, empresarios que ya tenían empresas en Bolsa no sólo no vieron las condiciones para listar más, sino que se salieron.
“Percibían que la cotización de sus acciones no reflejaba el valor real de su empresa”, detalla Hermosillo.
En julio del 2023, Grupo Carso, presidida por Carlos Slim, decidió deslistar a Grupo Sanborns y la razón fue porque no estaba siendo costeable mantener a la empresa, pues la valuación que le daban los inversionistas era inferior a la que consideraban sus dueños.
Y más después de la pandemia, pues Sanborns operaba, además de la propia, marcas como Sears, iShop, Mixup, Saks Fifth Avenue y ClaroShop.
Otro ejemplo fue Grupo Lala, de Eduardo Tricio, que desde mayo de 2021 anunció la posibilidad de un desliste. En diciembre de ese mismo año y tras realizar dos rondas en la bolsa, los accionistas aprobaron cancelar sus acciones en el mercado bursátil.
Aun así la BMV y BIVA, que preside Santiago Urquiza, no quitan el dedo del renglón y se mantienen como una fuente de financiamiento de proyectos productivos, sustentables y refinanciamiento de deuda.
También tratan de promocionarse y demostrar que “el financiamiento bursátil es una alternativa real y eficaz para atender las necesidades de capital de las empresas, y que es la fórmula más competitiva de obtener recursos de largo plazo”. Aun así, parece que el mensaje no ha llegado.
El mercado bursátil y el país aún tienen retos para ser un motor de riqueza para sus empresas, como son: certidumbre, eficiencia regulatoria y normativa, crecimiento económico, Estado de derecho y seguridad para las inversiones, lo que en un año electoral se ve difícil.
Sin embargo, es necesario que se empiece a considerar antes de que empresas mexicanas llamadas ‘unicornios’ como Kavak, de Carlos y Loreanne García Ottati y Roger Laughlin o Konfio de David Arana, entre otras, elijan mercados bursátiles extranjeros, como fue el reciente caso de Tiendas 3B de Anthony Hatoum.
Sólo quedó en buenas intenciones
El 29 de noviembre de 2023 parecía que esa ‘sequía’ llegaría a su fin y que después de siete años se escucharía el tradicional campanazo en la BMV. Sin embargo, unas horas antes todo cambió.
La protagonista era Fibra NEXT (Nearshoring Experts & Technology), un fideicomiso de inversión en bienes raíces industriales que nació tras la separación del portafolio de propiedades de Fibra Uno. El objetivo era colocar $277.8 millones de Certificados Bursátiles Fiduciarios Inmobiliarios (CBFI) a un precio promedio de $54 pesos por título.
En los últimos años, las Fibras se han convertido en grandes instrumentos de financiamiento para la compra y construcción de bienes inmobiliarios en México, los cuales integran portafolios de inversión de inmuebles, naves industriales, atractivos para inversionistas.
Fibra NEXT contiene un portafolio de activos industriales, 199 propiedades, que la ha ubicado como la más grande de Latinoamérica, pues representan 7.5 millones de metros cuadrados, que es aproximadamente 10% de todo el inventario de México.
Con esos números, el prospecto de colocación planeaba recaudar hasta $40,000 millones de pesos en la Bolsa, pues pensaba capitalizarse tras el desempeño del nearshoring por su demanda de naves y espacios industriales.
“El nearshoring representa un cambio estructural en la cadena de suministro global, con el potencial de hacer crecer exponencialmente el sector inmobiliario industrial en México. NEXT tiene el portafolio de bienes industriales más grande de México y es el vehículo para invertir en la integración de Norteamérica y las tendencias de nearshoring”, se leía en la presentación a inversionistas en su roadshow.
Sin embargo, ese mismo 29 de noviembre, pese a asegurar que cumplía con todos los requerimientos de la Ley Del Mercado de Valores para llevar a cabo su colocación, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) frenó el proceso.
“Los certificados bursátiles fiduciarios inmobiliarios descritos en el presente aviso de oferta no son considerados emitidos por los Fibra a la fecha. El emisor, a la fecha del presente aviso, no cuenta con la confirmación de régimen fiscal por el SAT, por lo cual, los beneficios fiscales correspondientes a este régimen no serán aplicables hasta en tanto se obtenga dicha información”, decía el SAT.
Así fue como Fibra NEXT tuvo que posponer su colocación, a sólo unas horas del 30 de noviembre que era la fecha en que saldría a Bolsa.
Pudo haber sido la primera
Pese a que las OPI en México han vivido una parálisis, en el mundo la situación no es la misma. En 2021, a nivel global rompieron récord al recaudar un total de $500,000 millones de dólares y ni un dólar de ellos fue de México. En 2022, la historia cambió pues la volatilidad por la inflación, el aumento en las tasas de interés y las tensiones geopolíticas, no ayudaron mucho a los volúmenes globales de las OPI que cayeron 45% sus ingresos, al solo recaudar $179,500 millones de dólares, según datos de EY.
Hacia 2023, el mercado comenzó a recuperarse pero nuevamente ni un centavo fue para México.
Los especialistas de EY, consultora que tiene estudios de las OPIs, destacan que son los sectores de tecnología y energía limpia los que están fortaleciendo el mercado global.
Sin embargo, ‘el nada fue ni ha sido para México’ es una realidad.
Hace apenas un mes aproximadamente, el 8 de febrero, la compañía mexicana Tiendas 3B debutó en los mercados bursátiles, pero no de México.
Eligió tres bancos de Wall Street para hacer su OPI –JP Morgan, Morgan Stanley y Bank of América, con el fin de recaudar 589 millones de dólares. Así, la empresa fundada por Anthony Hatoum en 2005 salió a la bolsa pero de Nueva York.
Le apostó a ese mercado para seguir creciendo en México, en el negocio de tiendas hard discout, pues planea abrir 12,000 unidades, pero parece que no le convencieron ni la BMV ni BIVA para fondearse.
“Salir al mercado y que no lo hagas en México es señal de que el mercado mexicano no les da a las empresas y empresarios el valor adecuado o el que ellos esperan; tal vez no les permita levantar la cantidad de recursos que quieren o buscan, o los costos no son tan interesantes”, considera Hermosillo.
Lo cierto es que Tiendas 3B buscó la opción que le diera los mejores rendimientos para sus objetivos y operaciones, “y lo que está diciendo esto, es que estas opciones no están en México ya sea por recursos, costos o valuación”.
En su oferta inicial la empresa ganó 9 por ciento. Las acciones de 3B llegaron a intercambiarse en el intradía con un alza de hasta 20%.
Lo que pudo haber sido la primera colocación de una empresa mexicana en el mercado nacional, no fue así, por el contrario prefirió el de Estados Unidos.
Club América: oxígeno, pero...
Lo que para algunos fue la primera colocación en la BMV desde 2017 finalmente se realizó el pasado 20 de febrero. Grupo Televisa, a través de la empresa Ollamani, listó al Club América y al Estadio Azteca en el mercado bursátil mexicano.
Desde el 25 de enero de este año la empresa de Emilio Azcárraga había hecho el anuncio.
El Club América llegó a través de Ollamani, una nueva compañía creada por Televisa que tiene no sólo el control del Club, sino el del Estadio Azteca, juegos y sorteos PlayCity y publicaciones como TVyNovelas, Vanidades, Caras, Cocina Fácil, Tú, Soccer Manía, entre otras.
Así finalmente, “la primera ‘lluvia’ cayó a siete años de la ‘sequía’” al mercado bursátil mexicano. El club colocó más de 340,621 millones de acciones, pero no a través de una OPI, sino que emitió Certificados de Participación Ordinaria (CPOs), que se repartirán entre los accionistas de la empresa propiedad de Emilio Azcárraga.
Por ello, los expertos opinan que ésta no se puede ver como una nueva colocación, pues es parte de una escisión de una emisora que ya existía: Televisa.
“No se trata de una empresa nueva, sino que es una empresa que ya está listada indirectamente en el mercado, pues es parte de Televisa, entonces es una escisión. No obstante, para algunos sí se podría considerar un nuevo listado porque sí es un nombre distinto”, expresa Carlos Hermosillo, especialista bursátil independiente.
“Las acciones y CPOs que se emitan serán entregados a los mismos accionistas en similar proporción accionaria que tengan en Grupo Televisa”, detalló la empresa.
El folleto informativo preliminar destacaba que los accionistas podrán vender, si así lo deciden, los certificados bursátiles una vez que Ollamani entre al mercado, así los aficionados podrían comprar acciones de su equipo.
También detallaba que Emilio Azcárraga buscaría comprar la participación de otros accionistas para conservar la facultad de ejercer su derecho de preferencia, y mantener buena parte del control de Ollamani.
El Club salió a bolsa con la clave de pizarra ÁGUILAS.CPO a un precio de $11.50, alcanzando $29.53 pesos, al cerrar con una ganancia de 157%, cifra sin precedentes.
Muchas son las empresas que han mostrado buenas intenciones para empezar a cotizar este año en el mercado bursátil, como es el caso de Grupo Financiero Mifel, que dirige Daniel Becker y que desde finales de 2023 informó que esperaba listarse este año.
“Vamos a ir al mercado a pesar de los acontecimientos tan relevantes como locales e internacionales. México está destinado a ser un país exitoso”, decía Becker en octubre de 2023.
Lo cierto es que el periodo electoral tanto de México como en Estados Unidos podría modificar algunas de estas buenas intenciones.
Sin embargo, habrá que estar atentos a que este ‘estiaje’ pronto empiece a ser terreno fértil para las empresas nacionales.