Desde que en 2018 se sumó a coordinar la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador, Tatiana Clouthier ganó su sitio en el mapa político nacional. Con el tiempo se ha convertido en una de las personalidades más influyentes de la llamada Cuarta Transformación (4T) y hoy, instalada en su casa de un exclusivo barrio sampetrino, la hija de Maquío -uno de los iconos de la Derecha mexicana-, predica sobre los retos que hoy enfrenta México ante el colosal desafío encarnado en Donald Trump.
Al iniciar su gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum la designó titular del rimbombante Instituto de los Mexicanos en el Exterior, un cargo que, en los hechos, hasta ahora ha sido más bien ornamental.
Pese a la fuerte embestida anti migratoria de Trump y la amenaza de deportaciones masivas, que acabarían afectando a más mexicanos que a los nacionales de cualquier otro país, Clouthier ha tenido una participación pública más bien discreta.
En los entretelones de la política local se ha llegado a decir que tiene problemas familiares e incluso de salud, rumores no confirmados.
Pero sobre lo que no queda duda es el papel que la morenista juega como bastión de la Cuarta Transformación (4T) en Nuevo León, un estado en donde el partido oficial todavía tiene una importante batalla por delante hacia las elecciones por la gubernatura en 2027.
Su correligionario, el senador Waldo Fernández, la “destapó” apenas en diciembre pasado como la posible candidata morenista, y en una visita reciente el coordinador del partido en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, dijo que para ellos ganar la gubernatura es una “posibilidad real”.
Haber coordinado la campaña triunfal de AMLO, su trayectoria como titular de la Secretaría de Economía -dependencia a la que renunció- y ahora su papel como defensora de los mexicanos en el exterior, le brindan un protagonismo bien ganado en los anales de la Cuarta Transformación.
Y la mantienen como una opción permanente de Morena en el ‘toma y daca’ local y nacional, con todo y que su relación con Sheinbaum es mucho menos estrecha que la que tuvo con AMLO.
Clouthier es un asset del partido oficial y sólo está en que ella y los líderes morenistas se pongan de acuerdo para hacer frente a todos los escenarios que hoy enfrentan, desde la crisis bilateral con Estados Unidos hasta la pugna electoral del 2027.
'Los desafíos cruzan por varios lados'
Tatiana Clouthier habla con Distrito ABC sobre el enorme reto migratorio y afirma que “los desafíos cruzan por varios lados y una cosa es percepción y otra es realidad”.
Clouthier recuerda que con el presidente Barack Obama fueron deportados más migrantes que con Donald Trump, en su primera gestión.
Según estimaciones de medios y organismos, Obama expulsó entre 2.7 y 3 millones de migrantes de Estados Unidos, en sus dos periodos; mientras, Trump deportó en su gobierno anterior menos de 800,000 migrantes, cifra similar a la que se atribuye al recién concluido gobierno de Joe Biden.
Donald Trump, desde sus tiempos de campaña, no ha tenido empacho en demonizar a los migrantes, y al llegar al poder, el pasado 20 de enero, ordenó de inmediato el envío de 1,500 tropas a la frontera sur para combatir lo que él considera una preocupante invasión de ilegales a su país.
También ha ordenado el traslado aéreo de migrantes a México, a quienes envía esposados, un acto que a decir de observadores es más efectista que efectivo.
Al hablar de la experiencia de los gobiernos previos y del propio Trump en su gestión previa, Clouthier expresa fe en que “los patrones” tal vez continúen en el mismo sentido.
Aun así, la representante de la 4T no se confía y afirma que el Instituto que encabeza “no fue sacado de la manga”.
El trabajo que le toca, explica, se estableció desde hace 22 años: “El decreto está desde 2003 y el presidente Andrés Manuel López Obrador le hizo algunas modificaciones. Sin embargo el Instituto tiene, entre otras atribuciones y funciones, promover la revalorización del fenómeno migratorio y el trato digno de las personas mexicanas que viven en el exterior”.
En la sala de su casa, decorada con una amplia foto en la que brinda un fraterno abrazo al expresidente, Clouthier dice: “tenemos un toque personal que aportar”. Y enfatiza: “podemos aportar muchísimo en la habilidad que tenemos para crear vínculos y puentes, hacer que se estrechen las relaciones y canalizar a la gente adonde se deba para resolver el problema”.
El sentimiento es, sin duda, el apropiado para una crisis como la actual, en que las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos están siendo sacudidas por la agresividad verbal de Trump, y ante hechos como el haberle dado a los cárteles mexicanos el mote de “organizaciones terroristas extranjeras”.
Pero en los hechos todavía hay mucho por hacer y al cierre de esta edición Clouthier no había dado a conocer acciones específicas o concretas relacionadas con su papel como titular del Instituto de los Mexicanos en el Exterior.
Ella misma reconoce que la función central ante este reto está en manos del canciller Juan Ramón de la Fuente, y los consulados de México en Estados Unidos, que suman 53 y constituyen la red más grande que tiene México en cualquier país.
La hija del excandidato presidencial panista Manuel J. Clouthier pondera el valor que los mexicanos en la economía de Estados Unidos e incluso su papel en la creación de patentes dentro del país vecino que, asegura, crecieron 380% entre 2009 y 2020.
La atalaya de Nuevo León
Para aceptar su actual encargo, Clouthier dice que una de las condiciones que le puso a la presidenta Claudia Sheinbaum fue “permanecer en Nuevo León”.
Por ello es que, más allá de si su función como representante de los mexicanos en el exterior es sólo de papel o no, la realidad es que nadie pone en duda su categoría de ariete de la 4T en el estado. Y especialmente luego del fracaso de su partido en la elección previa, cuando Morena postuló a la expriísta Clara Luz Flores, cuya candidatura se desplomó del primero al tercer lugar al sucumbir aparatosamente en los debates frente al hoy gobernador Samuel García, de MC.
En línea con esa función no asignada oficialmente, Clouthier habla sobre los retos económicos del próspero estado de Nuevo León, para lo que aconseja ser “selectivos”.
“La presidenta, el secretario de Economía (Marcelo Ebrard) y Altagracia (Gómez Sierra, del Consejo Asesor Empresarial) han puesto sobre la mesa que estamos trabajando por la prosperidad compartida”, dice.
Este objetivo, agrega, “viene de la mano con el aumento del 12% que se dio al salario mínimo de forma conjunta con el empresariado y los trabajadores”.
Además, plantea, frente a la llegada de empresas al estado atizada con el fenómeno de la relocalización de cadenas globales o nearshoring, es necesario contemplar la disponibilidad de vivienda y la calidad de la misma para los trabajadores.
Según la hija de “Maquío” entre las áreas con más potencial de crecimiento en Nuevo León está “todo lo que tiene que ver con las TICs (Tecnologías de la Información y la Comunicación), todo lo que es coding, Inteligencia Artificial y, por otro lado, también el turismo”.
Sin embargo, en esta búsqueda del desarrollo económico, la representante de la 4T plantea la necesidad de favorecer a las mujeres en el tema de cuidados para que, de esa forma, puedan florecer a las oportunidades que se abren.
(Arantzatzú Rizo, Miriam Abrego e Iram Hernández)
Regia por adopción, política por sangre
Aunque sus raíces no son regias, pues nació el Culiacán, el 12 de agosto de 1964, Tatiana Clouthier se ha insertado en la política de Nuevo León como una ciudadana activa, al participar en movimientos sociales y cívicos abogando por la transparencia y la rendición de cuentas.
Era de esperarse: por sus venas corre sangre política, pues es la quinta hija de Manuel J. Clouthier “Maquío”, el carismático candidato presidencial del PAN de 1988, quien falleciera sólo un año después en un accidente automovilístico.
Para entonces Tatiana Clouthier ya se había mudado a Nuevo León, adonde vino a estudiar la licenciatura en Lengua Inglesa en el Tec, preparación que continuó en la UANL en el área de Administración Pública.
Fue en Nuevo León donde conoció al empresario José Ángel Canales, con quien se casó en 1993 y quien le facilitaría su inserción en la sociedad neoleonesa, donde ella encontró el ambiente propicio para desarrollar su propia carrera política.
Se había afiliado desde sus años 20 en el PAN, partido para el que participó en campañas políticas, enfocándose en los temas de transparencia, rendición de cuentas y educación.
Poco a poco, Clouthier fue abriéndose puertas y creando conexiones importantes en Nuevo León, lo que le permitió acceder a diversos grupos y actores cruciales para su posterior ascenso en la vida política estatal.
Sus primeras oportunidades se le abrieron al inicio del actual siglo. Trabajó como coordinadora de elecciones locales y federales, así como observadora electoral. Además fue consejera estatal del PAN y diputada federal por Nuevo León en la LV Legislatura.
Pero fue en 2018, al sumarse a Andrés Manuel López Obrador como su coordinadora de campaña, lo que la puso por primera vez en el mapa político nacional. En el gobierno del presidente fungiría después como titular de la Secretaría de Economía, cargo al que renunció, pero todo este tiempo se ha mantenido como una de las cartas fuertes del partido en Nuevo León.
Aunque con Claudia Sheinbaum la relación no es tan cercana o fraterna como la que ha tenido con AMLO, la presidenta le asignó al inicio de su actual gobierno la responsabilidad de abogar por la defensa de los mexicanos en el exterior.
Clouthier y Sheinbaum acordaron que para sus nuevas funciones mantendría residencia en el estado.
Aunque durante la actual crisis en la relación bilateral detonada por el arribo de Donald Trump a la Casa Blanca, Clouthier ha mantenido un perfil discreto, para muchos morenistas ella sigue siendo una de las aspirantes a encabezar la difícil batalla que se les viene en la elección por la gubernatura en 2027. (Arantzatzú Rizo)