El declive de Elon Musk

En los últimos meses el repudio a las posturas políticas e ideología del empresario sudafricano se han cristalizado en el llamado ‘Efecto Tesla’, donde muchos de sus clientes se empiezan a deshacer de sus autos

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Enamorados de los autos y la velocidad, pero enemigos acérrimos de los combustibles fósiles, y atentos a la crisis petrolera que se dejaba sentir desde el Medio Oriente a inicios del milenio, los ingenieros Martin Eberhard y Marc Tarpenning trabajaban en su taller de San Carlos, California en un proyecto que cambiaría el rumbo de la movilidad en todo el mundo.

Su objetivo no sólo consistía en desarrollar un auto eléctrico de alta eficiencia, sino en darle características deportivas. Así, en 2003 nació su primer auto, el Tesla Roadster, dirigido al mercado de alto poder adquisitivo, con un motor alimentado con baterías de ion de litio, una innovación extraordinaria en el momento, que le proveía una inusitada independencia de casi 400 kilómetros y una aceleración de 0 a 100 km/hr en cuatro segundos. Nada de lo visto hasta ese entonces.

Muy lejos estaban de imaginar que su éxito iba a ser ambicionado por un personaje sin escrúpulos, capaz de traicionar en la primera oportunidad, como lo hizo Elon Musk, empresario de origen sudafricano que hoy reivindica el saludo nazi y quien, como parte del equipo de gobierno de Donald Trump, busca dejar sin empleo a dos millones de estadounidenses, mediante amenazas.

Fue como meter un alacrán en su auto.

El destino se marcó para los ingenieros Martin y Marc, cuando en 2004 Musk se involucró en Tesla Motors, a través de una inyección de US$6.5 millones de dólares, lo cual desembocó en un despojo letal: Martin Eberhard fue obligado a renunciar como cabeza de la empresa en 2007 y más tarde de todo derecho, dejando el control de Tesla Motors en su socio inversionista.

Que no quede huella...
El negocio tuvo un crecimiento acelerado. Aprovechando el empuje que daban las nuevas generaciones para abatir la preocupante huella de carbono, las ventas de la compañía fueron en franco ascenso. De acuerdo con datos de Tridens Technology, si en 2011 se vendieron 774 vehículos, hacia 2020 ya habían alcanzado medio millón y un año después casi un millón. La cúspide ocurrió en 2023, con casi dos millones de autos colocados en el mercado mundial. 

Pero en el 2024 comenzó lo que podría ser el inicio de su debacle, con un bajón a un millón 789,000.

Y como no existe nada tan malo que no pueda empeorar, en los últimos meses el repudio del mundo entero al empresario considerado neonazi por sus posturas e ideología, se ha cristalizado en el llamado ‘Efecto Tesla’, por el cual los usuarios de la marca han transitado del orgullo a la vergüenza, y han comenzado a deshacerse de sus lujosos, elegantes y ultramodernos coches. 

Muestra de ello es que las ventas en Europa cayeron 45%, lo que junto con el remordimiento que asedia a sus antiguos clientes ha llevado a Tesla a perder un porcentaje de dos dígitos a sus acciones, en el breve lapso de una semana. De hecho, tan sólo en lo que va de 2025, el patrimonio del sudafricano sufrió una baja de US$52,000 millones de dólares, y no se ve para cuándo se detenga la hecatombe.

Para colmo, exempleados de Tesla denunciaron hace unos meses una cultura de racismo en la empresa, que ha afectado a aquellos soñadores que deseaban trabajar en ella, ansiosos por contribuir a extender el uso de la energía verde para la movilidad. 

Tres colaboradores negros señalaron a The Times que sus empleos se convirtieron en pesadilla por el patrón de racismo y acoso vivido en la fábrica de Tesla en Fremont, California. Al cabo, 4,000 trabajadores fueron despedidos, luego de que se atrevieron a establecer una demanda contra la compañía.

Y no se diga de la supuesta séptima planta que habría de ubicarse en Nuevo León y tendría una inversión inicial de 5,000 millones de dólares, que Elon Musk suspendió cuando Trump se perfilaba a obtener el poder.

El autor es director y fundador de la firma de consultoría en comunicación e investigación periodística Los Ciertos Datos