En el 2025 National Trade Estimate Report on Foreign Trade Barriers of the President of the United States, que sirve como base para el Programa de Acuerdos Comerciales del Presidente Donald Trump, se hacen algunas anotaciones muy importantes para México.
Empieza el reporte por reconocer que el T-MEC conserva la No aplicación de aranceles entre México, Canadá y Estados Unidos, y que se ha modernizado para fortalecer las obligaciones laborales y ambientales de los socios y legislación adecuada para combatir las prácticas ante el mercado.
En cuanto a las políticas de importación de México se refiere, en primer término, a las barreras no arancelarias. Señala que México aplica los procedimientos aduaneros en cada aduana de manera inconsistente y no justificada, dejando a los exportadores estadounidenses hacia México en desventaja. Las restricciones a la libertad de los agentes aduanales para operar en cualquier aduana, la interrupción de la opción de pago para carga exprés y la dificultad para acceder a los procedimientos simplificados para envíos a México, son sólo algunos de los temas que refiere.
La industria estadounidense, dice el reporte, sigue quejándose de que se tardan entre 18 y 24 meses en la adjudicación de registro sanitario y solicitud de permisos de importación.
Refiere también que la Semarnat mantiene prohibida la importación de glifosato sin ningún acuerdo, discusión o prueba científica, aún que el glifosato se encuentra debidamente registrado en México. También señala la lentitud de los permisos y registros de pesticidas y químicos agrícolas para su importación a México por parte de COFEPRIS.
Como barreras técnicas al comercio, el reporte señala la implementación de la regulación de la Ley de Calidad de la Infraestructura, sancionada por la Conamer, de la cual Estados Unidos manifestó su inconformidad por su inconsistencia con estándares internacionales del T-MEC y las propias regulaciones técnicas de México.
Señala también las barreras impuestas al libre comercio de productos de telecomunicación móvil por las pruebas adicionales unilaterales de México.
Y refiere la inestable regulación comercial para la importación de papas de Estados Unidos a México, así como la prohibición de productos agrícolas genéticamente modificados sin prueba científica alguna para su prohibición, particularmente el maíz y algodón.
El reporte establece además los obstáculos comerciales al comercio de bienes y servicios intensivos en propiedad intelectual, así como la piratería y competencia desleal en marcas y patentes.
Señala asimismo como barreras a los servicios la estricta regulación en medios de pago electrónico en México, que no le permite a las compañías estadounidenses ofrecer todas sus ventajas, así como el trato diferencial impositivo en los servicios de seguros, y las barreras competitivas en el sector telecomunicaciones, que mantiene el Costo de Espectro en México como el más alto de Latinoamérica.
En cuanto a las barreras de inversión en el sector energético, el reporte señala la política centralista y estatista en el sector eléctrico y petrolero de México, que se ha acentuado desde 2018, restringiendo la participación de las compañías estadounidenses en el mercado energético mexicano y perjudicando la competencia y eficiencia del sector, pero principalmente la calidad de los combustibles y el servicio eléctrico para los mexicanos.
En el sector de la minería, refiere la exclusividad de la exploración, explotación y utilización del litio en México a la agencia gubernamental LitioMx.
En fin, existen también razones comerciales para el programa arancelario de Trump que incluye a México. Subyacen en los objetivos de seguridad y control de aduanas e inmigración que esboza Trump, las razones comerciales que justifican la utilización de los aranceles como medida de presión para permitir mayor participación y competencia de las compañías estadounidenses en México.
Somos parte del intento de Trump de reposicionar a Estado Unidos como el agente dominante en el comercio y la geopolítica mundial, por la proximidad e importancia de la economía mexicana para Estados Unidos.
Sin embargo, el reporte referido señala verdaderos retos para el gobierno mexicano que analistas, empresas y académicos, tanto mexicanos como estadounidenses, han señalado constantemente, sin obtener respuesta alguna.
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