Ciudad de México.- Las remesas que se envían a las familias mexicanas desde Estados Unidos tuvieron un descenso en mayo del presente año para ubicarse en los $5,360 millones de dólares respecto al mismo mes de 2024, lo que contribuyó a una caída anual de -3 por ciento.
De enero a mayo del presente año se enviaron $24,375 millones de dólares, menos que en el mismo periodo de 2024, cuando los inmigrantes enviaron a sus familias $25,119 millones de dólares.
De acuerdo a los especialistas, el retroceso se debe en gran medida al endurecimiento de las políticas migratorias estadounidense y los esfuerzos para evitar el lavado de dinero.
Adicionalmente, en Estados Unidos se lleva a cabo un debate acerca de aplicar un impuesto a las remesas en efectivo, cuya propuesta inicial del presidente Donald Trump era del 5%, pero que la oposición ha pugnado para reducirla al 1 por ciento.
Éste es el segundo mes de mayo en el que se registra una caída anual en la captación de remesas, pues en el 2024 disminuyeron en un -0.9% para ubicarse en los $5,618 millones de dólares.
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En México son 4.1 millones de familias las que se benefician de las remesas enviadas del extranjero, quienes en promedio recibieron envíos de $385 dólares.
El economista de Goldman Sachs para América Latina, Alberto Ramos, ni siquiera la cercanía con el Día de las Madres —una fecha que tradicionalmente impulsa el envío de dinero— fue suficiente para contrarrestar las barreras estructurales que enfrentan los trabajadores migrantes.
“Un riesgo clave para las remesas en el futuro es la evolución del mercado laboral estadounidense y los salarios de los trabajadores poco calificados, en un contexto de endurecimiento de políticas migratorias y para reducir el lavado de dinero”, advirtió.
Las medidas restrictivas han desincentivado los envíos y podrían continuar impactando a las familias mexicanas que dependen de estos ingresos.