Rompiendo con la ideología de lo exprés o de que el emprendedurismo tiene que ver con determinada edad, Javier García Iza, CEO de IOS Offices, abre su memoria para compartir a través de su libro Crece sin inversionistas, los valores que, en su experiencia, le han servido como pilares clave para el desarrollo de sus negocios.
Contrario a la idea que se ha popularizado sobre que un negocio puede despegar de forma exprés con capitalizaciones inmediatas, advierte, hay otras realidades que evaluar.
“Los emprendedores creen que una vez que lograron hacer una ronda de capital y levantarlo, creen que ya tienen una buena empresa, cuando en realidad tu indicador es la rentabilidad, el retorno de la inversión, no levantar capital”, afirma.
Los jóvenes, comenta, “quieren hacer una app y piensan que van a ser millonarios en poco tiempo, quieren ser un unicornio en corto tiempo y la triste realidad es que más del 90% de esos proyectos terminan en la basura”. Por ello, invita a no dejarse llevar por el sensacionalismo y a tener metas claras.
Quien desee emprender, dice, debe “querer trabajar, dedicarle las horas que se necesitan, un día a la vez.
“Si vas a poner un negocio y lo atiendes bien, tus clientes van a volver y te van a comprar cada vez más”, asegura el responsable de dirigir la empresa que ofrece espacios de trabajo en Nuevo León y otras 11 entidades.
Compartir lecciones de vida
En su experiencia, García Iza dice que recibió lecciones relacionadas al trabajo, ahorro, al dinero desde que era apenas un niño y hoy las pone al servicio de sus lectores.
“Tuve desde niño lecciones orientadas al servicio, para servir a los demás, a cuidar a la comunidad, todo eso lo puse en práctica, y nos dio resultado como empresa, con humildad, con sencillez, con los pies aterrizados, haciendo una cosa a la vez. Yo creo mucho en los negocios a la antigüita”, expresa.
Para el crecimiento de un negocio, advierte la necesidad de derribar el temor a los préstamos bancarios.
En México, reconoce, existe miedo a pedir prestado, pero afirma que “el capital más barato es el crédito simple bancario, es mucho más caro buscar fondos de inversión o inversionistas ángeles”. Y expone: “si tú tomas $10 millones de pesos y pagas los intereses cada mes o la renta, con esos $10 millones de pesos puedes producir algo, comprar una máquina, comprar un horno, comprar un inventario, ponerlo a producir, pagar la renta y quedarte con la diferencia”.
Esto es parte de su libro, donde además comparte experiencia de casos o situaciones que pueden resultar de utilidad para quienes desean crecer la empresa familiar o para aquellos que desean emprender.
García Iza aclara que el término “emprendedor” pasa por un momento de mala conceptualización, ya que lejos de que se le relacione con un joven con una idea de negocio, se refiere más bien, al hecho de emprender o de hacer empresa. Es decir, no hay una edad que determine el ser emprendedor.
“Los emprendedores más exitosos estadísticamente han emprendido a partir de los 50 años de edad”, y ejemplifica casos como el de Ángel Losada, fundador de Grupo Gigante.
Con la edad llega también un tema de conocimiento, de relaciones, conexiones y experiencias que contribuyen a un actuar más consciente, afirma.
De esta forma, García Iza busca ‘aterrizar’ e incentivar el ecosistema emprendedor, con experiencias en un libro que sus cercanos llevaban años solicitándole.