Durante más de tres décadas, Value Grupo Financiero (originalmente Grupo Financiero Fina Value) fue sinónimo de la visión y energía de Carlos Bremer, un personaje carismático cuya presencia moldeó su identidad.
Al morir Bremer, el 5 de enero del 2024, la institución enfrentó su mayor desafío: demostrar que podía sostenerse, evolucionar y volver a crecer sin su figura más emblemática. Al frente de esa transición quedó el ingeniero José Kaún Nader, hoy director general y presidente del consejo de administración, quien reconoce que el proceso inició con un golpe inesperado que los obligó a reaccionar con rapidez.
“Fue muy difícil, primero por lo inesperado; fue un shock tremendo. Fueron meses de batallar para que la gente entendiera que la institución seguía”, recuerda Kaún Nader.
Para ello, dice, emprendieron giras con clientes, reuniones con accionistas y un trabajo firme de comunicación interna y externa.
“El grupo estaba sólido, con accionistas muy fuertes detrás y el equipo que permaneció fue fundamental para sostener la operación”, agrega.
El primer año de la nueva administración estuvo definido por la contención y la promoción como prioridades. La primera parte, explica, evitó que la incertidumbre provocara salidas de capital, mientras la segunda impulsó el reforzamiento de la confianza y atraer nuevos clientes.
El proceso permitió identificar un reto de fondo, que era avanzar hacia un cambio generacional y fortalecer el gobierno corporativo.
“Tener un gobierno corporativo era indispensable para darle más institucionalidad a la empresa”, abunda.
Con esa visión, la firma incorporó a dos directores generales adjuntos provenientes de Citibanamex, Humberto Cabral y Alejandro Elek, quienes aportan décadas de experiencia en mercados financieros y banca de inversión. Su llegada marcó el inicio de una etapa de profesionalización, estructura y visión estratégica de largo plazo, explica Kaún Nader.
¿Qué necesitaba Value para competir como un grupo financiero integral? fue, dice, la pregunta clave para continuar el camino.
Hacia VALUE 2.0
“Antes teníamos dos o tres productos, no éramos competitivos. Teníamos un nicho importante, pero no la diversidad que tienen los demás grupos”, reconoce Kaún.
Con los nuevos directivos se abrió paso a una amplia transformación: más productos, más líneas de negocio y una expansión basada en la institucionalidad y la gobernanza. “Son los dos pilares fundamentales. Ya con eso bien cimentado viene la expansión, y con la expansión viene una nueva imagen”, anticipa.
Este proceso, que él llama Value 2.0, avanza en coordinación con autoridades financieras, con reuniones previstas este mes para definir el calendario de su relanzamiento.
El ambiente financiero mexicano vive un ciclo de competencia intensa y modernización acelerada, pero Kaún afirma que Value está preparado.
“Estamos poniendo las bases, somos una marca muy potente a nivel nacional. Veníamos de pérdidas, pero estabilizamos el grupo y este año vamos a reportar utilidades importantes”, asegura Kaún Nader.
Ese equilibrio permitirá, afirma, fortalecer áreas estratégicas y enfrentar la competencia con una estructura más sólida.
Entre los proyectos más relevantes está la creación de productos que antes no existían dentro de la institución, como derivados, instrumentos estructurados y manejo de cuentas en el extranjero, para lo cual buscan el aval de las autoridades financieras y poder arrancar el próximo año con “grandes productos y con una plataforma muy distinta de venta”.
Arrendadora en expansión: un brinco de 400%
Aunque Value evoluciona, hay elementos que su actual líder considera no negociables, como es la cultura interna de ser una familia que crece sin perder cohesión, incluso ahora que la empresa experimenta un crecimiento acelerado.
Ese espíritu se refleja en uno de los brazos estratégicos más dinámicos del grupo: su arrendadora, la cual, dice Kaún, “ha crecido de manera increíble”, al pasar de una cartera de $2,900 millones a $12,000 millones de pesos, “un crecimiento del 400% en dos años”.
Los planes con la Casa de Bolsa del grupo son también ambiciosos. “Quiero que pase lo mismo que con la arrendadora: crecer 400% en los siguientes cinco años. Y tenemos cómo y por qué”, se jacta.
El Value 2.0 descansará en nuevos productos, un gobierno corporativo robusto, cimientos firmes y un relevo generacional planeado con precisión, asegura.
Un cambio generacional en marcha
Entre los retos de la transición tras la partida de Carlos Bremer ha estado no sólo la consolidación de un nuevo equipo directivo, sino también entender que el grupo necesita nuevas generaciones que entiendan y enriquezcan su cultura.
“Estamos construyendo una base de jóvenes que van a ser la fortaleza del nuevo Value. Queremos que quienes han estado aquí 30 años puedan retirarse dignamente, dejando su legado y dando paso a nuevas generaciones con los mismos valores”, plantea el presidente del grupo.
Finalmente, sobre el entorno internacional, particularmente la renegociación del T-MEC y las tensiones comerciales entre México y Estados Unidos, Kaún afirma que “ambos países se necesitan y, aunque habrá ajustes, éstos no serán grandes, además de que el sector financiero no sería el más impactado”.
Y es que, asegura, frente a la incertidumbre global, la principal responsabilidad de las instituciones financieras es, precisamente, brindar estabilidad, certidumbre y tranquilidad.
