Agua como seguridad nacional en el Estado

Escrito en OPINIÓN el

Pese a que en otros momentos la opinocracia y la oposición pegaron el grito en el cielo cuando el presidente López Obrador declaró como seguridad nacional sus proyectos emblemáticos, ahora callan cuando así consideró al plan de acción inmediata para garantizar el abastecimiento de agua en los hogares de Nuevo León.

Es el ejemplo más claro de que desde su concepción de política, sólo se critica cuando las acciones del Ejecutivo Federal afectan a sus intereses y no, como aseguran, por una preocupación legítima y fundamentada.

Existe una explicación sencilla para que el asunto del agua en Nuevo León haya sido considerada como Seguridad Nacional: por un lado, porque la crisis y la incapacidad del Gobierno Estatal para resolverla había derivado ya en signos de ingobernabilidad y por otra, porque la toma de concesiones y la construcción del segundo ducto para la presa de El Cuchillo habría estado expuesta a amparos por parte de particulares que, defendiendo su derecho individual, dañarían el derecho colectivo del acceso al agua.

Parecería increíble que alguien pudiera estar en contra de que se garantice el derecho colectivo del acceso al agua para los neolonéses, pero ya lo vimos cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que la cervecera Constellation Brands no continuaría la construcción de una planta en Mexicali porque hacerlo, en un territorio con escasez de agua, implicaría poner en riesgo el abastecimiento humano.

En un entorno, sobre todo uno como el de Nuevo León, era no sólo lo responsable sino lo necesario blindar el plan que sí resolviera la crisis que vivimos.

La declaración ha hecho posible que el plan haya comenzado a implementarse oportunamente y sin trabas burocráticas. El domingo, el Presidente visitó Nuevo León para firmar un acuerdo con el gobernador de Nuevo León para la construcción de El Cuchillo II, en menos de un año y en donde la Federación aportará la mitad del costo total.

Quienes aún critican la medida, están frustrados porque ven a un Ejecutivo con el coraje para hacer lo necesario; que no sólo culpa sino que resuelva, que no “encuentre un río” sino que encuentra puntos medios con el Gobierno local y los empresarios, por el bien de Nuevo León.

Nota: La opinión de los columnistas es responsabilidad exclusiva de los mismos.