Opiniones encontradas causa la actualidad del tenis estadounidense, con jugadores destacados tanto en la WTA como en la ATP. Un deporte que vivió tiempos de gloria con nombres destacados en distintas épocas, como en los 60 y 70 con Billie Jean King y Stan Smith, además de los años dorados de los 80 y 90 con Chris Evert, Martina Navratilova, Jennifer Capriati, Andre Agassi, Pete Sampras, Jimmy Connors, entre muchos otros.
Luego en los 2000 aparecieron las hermanas Williams quienes rompieron todos los récords deportivos, sobre todo la menor Serena, pero además destruyeron muchos paradigmas en un deporte considerado todavía en esos años elitista y vetado para personas afroamericanas.
Pero después de todos estos nombres que, sin temor a equivocarme, todos los hemos escuchado en algún momento de nuestras vidas estemos o no inmersos en el fascinante mundo del tenis o en el deporte en general, vino un vacío existencial en cuanto a la producción de jugadoras y jugadores estadounidenses.
Y ahí es donde existe la confrontación entre unas opiniones y otras, por un lado muchos opinan que el tenis de Estados Unidos vive un estancamiento en la formación de jugadores destacados, pero por el otro defienden la creencia de que el circuito nunca ha dejado de tener presencia en los circuitos profesionales.
Este año los nombres de Coco Gauff y Jessica Pegula sonaron insistentemente en los grandes torneos del mundo y han puesto en alto al tenis de su país, principalmente la primera que acaba de conquistar su primer título de Grand Slam en el Abierto de Estados Unidos.
Coco ganó su primer torneo a los 15 años de edad en el 2019 y se esperaba que su historia fuera como de aquellas adolescentes históricas como Hingis, Capriati y Seles, pero tal vez la presión mediática o el hecho de no estar preparada mentalmente para asimilar sus triunfos, hicieron que las siguientes temporadas tuviera pobres resultados.
Sin embargo, ahora a sus 19 años y con una mayor madurez empezó a mejorar sus actuaciones, sobre todo en los torneos mayores de la WTA.
En varonil también suenan muchos nombres como Taylor Fritz, Tommy Paul y Frances Tiafoe, pero en particular los últimos meses del año empezó a sonar el caso de Ben Shelton, quien sorprendió al llegar a semifinales del US Open y tener un ascenso importante en el ranking mundial.
Shelton empezó ese torneo fuera del top 100 del mundo, con su actuación entró al top 20 y luego ganó en Tokio que lo llevó al lugar 14 del mundo irrumpiendo con su saque, sus potentes golpes y su carisma en el mundo de los favoritos de los fanáticos al tenis.
En resumen, el tenis estadounidense luce una salud de hierro con la producción de jugadores en ambas ramas, con nombres de alto rango, son tenistas magníficos, pero no son primeras espadas, hasta el momento ninguno parece capaz de alterar la sensación de vacío que lo envuelve, sobre todo si los comparamos con las grandes leyendas que ha tenido.
Si me preguntan, yo pondría la esperanza en Coco y Shelton para tomar el lugar de aquellos legendarios nombres, capaces de afrontar a figuras como Novak Djokovic e Iga Swiatek. Esperemos y estaremos atentos de ellos.