"La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la forma en que sus animales son tratados", dijo Gandhi, pero no contaba con que el hombre era el más cruel de los animales. Y esto se demuestra diariamente en México donde al menos 27 millones de mascotas (perros y gatos) están abandonados en las calles de nuestras ciudades sin que a nadie le importe. Sí, ¡leíste bien! La población de seres humanos en el Área Metropolitana de Monterrey y en la Ciudad de México juntas es el número de perros y gatos en situación de calle, generando problemas de salud pública y crecimiento de la cifra sin programas nacionales de esterilización y apoyo formal a los rescatistas y voluntarios, que son los que se parten el alma con esta misión imposible.
Y es que el tamaño del problema rebasa cualquier presupuesto público, sobre todo, con nuestra manía de verticalizar la función pública que sólo controla la inacción y deja fuera la participación ciudadana.
Ahora bien. ¿Cómo explicar las causas de este abandono animal? Aquí algunas ideas:
1. Falta de recursos económicos
Muchas personas no pueden costear los gastos asociados con tener una mascota, como alimentos, atención veterinaria y vacunas. Esto lleva a que, en momentos de crisis, opten por abandonar a sus animales.
2. Desinformación y falta de educación
Muchas personas no están informadas sobre las responsabilidades que conlleva tener una mascota. La falta de educación sobre el cuidado adecuado, la importancia de la esterilización y el compromiso a largo plazo puede resultar en abandonos.
3. Reproducción descontrolada
La falta de esterilización y castración en mascotas contribuye a la sobrepoblación. Con el nacimiento de crías no deseadas, algunos dueños optan por abandonar a los animales en lugar de buscarles un hogar.
4. Cambio de circunstancias personales
Situaciones como mudanzas, cambios de trabajo, divorcios o pérdidas de empleo pueden llevar a las personas a sentir que ya no pueden cuidar de sus mascotas, resultando en abandonos.
5. Comportamiento indeseado
Algunos dueños pueden abandonar a sus mascotas debido a problemas de comportamiento, como ladridos excesivos o destrucción de objetos. En lugar de buscar entrenamiento o soluciones, deciden deshacerse de ellas.
6. Falta de refugios y recursos de rescate
La escasez de refugios y organizaciones de rescate que puedan recibir a los animales también contribuye al abandono, ya que muchas personas no tienen adónde llevar a sus mascotas si no pueden cuidarlas más y las autoridades no se dan abasto.
Los animales abandonados lógicamente no reciben atención veterinaria, lo que puede llevar a la propagación de enfermedades zoonóticas (enfermedades que se transmiten de animales a humanos), parásitos y otros problemas de salud que pueden afectar a la población. Y ni hablar del impacto en la seguridad, ya que los animales callejeros pueden volverse agresivos, especialmente si se sienten amenazados o hambrientos. Esto puede generar conflictos con las personas y crear un ambiente de inseguridad en las comunidades.
Los animales abandonados sufren de hambre, enfermedades y maltrato. Esto no sólo es un problema ético, sino que también refleja la falta de compasión y cuidado en la sociedad. Además, este abandono puede normalizar actitudes negativas hacia los seres sintientes promoviendo una cultura de irresponsabilidad, donde se considera aceptable desechar a un ser en lugar de buscar soluciones.
Aquellos que trabajan en rescate y bienestar animal a menudo enfrentan un estrés emocional significativo al ver el sufrimiento de los animales abandonados, lo que puede afectar su salud mental.
¿Y qué se puede hacer en concreto?
Propuesta:
1. Ajustar las leyes superiores para que sirvan a los SERES SINTIENTES, no sólo a las personas legalmente constituidas. Así quedaría incluido el derecho de los seres sintientes, facilitando el apoyo a las personas migrantes, los animales y el rescate de la vegetación. En la pasada legislatura, la senadora Indira Kempis presentó una iniciativa al respecto como resultado de un ejercicio de análisis de Inteligencia Artificial.
2. Crear un registro oficial y fondo público privado de apoyo a voluntarios y rescatistas de la sociedad civil para organizar esta titánica tarea.
3. Educar en las escuelas para la paz y la consciencia de unidad, ya que sin salud mental las personas actúan irracionalmente y sin autoestima para resolver problemas comunes.
Demostremos al mundo que Gandhi tenía razón al tratar con dignidad a todos los seres sintientes. Todos somos uno, pero en diferentes expresiones de la consciencia que creó este maravilloso universo.
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El autor es ingeniero civil, urbanista, analista urbano, experto en movilidad y gestión del desarrollo sustentable, y miembro de la Academia Nacional de Arquitectura.
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