Se acaban las posadas y el 2024 también está cerca de acabar. El calendario estuvo lleno de fiestas y todavía no acaba.
Desde hace muchos años salí de Monterrey, y la verdad una de las cosas que no extraño, es la socialitis. Cuántas de esas reuniones no son más que para quedar bien con gente que ni es realmente tu amigo(a). Muchas sólo conllevan gastos desmedidos.
Diciembre es siempre una gastadera tremenda, no sólo de dinero sino de lo más valioso, el tiempo.
En las empresas la productividad se cae. Todo mundo ha andado pensando en fiesta, en la Navidad.
Los presupuestos se rompen porque no se llega a la meta de ventas, y menos a la de cobranza pues los clientes han andado en las mismas, distraídos y gastando, en sus vacaciones, en la huida.
Por mucho tiempo admiré a empresarios que desde antes de Navidad y hasta después de reyes se desaparecían de su empresa. Mis súper ídolos, eran los que de plano cerraban la operación estas dos semanas, y mandaban a todo el mundo a sus casas. Siempre pensé en lo avanzados que estaban.
La verdad, hoy pienso que, al contrario, están desperdiciando una gran oportunidad. Mientras todos duermen, qué mejor que planear y empezar a ejecutar ese gran plan. Para cuando vuelvan de vacaciones, ahora se les irá enero platicando de las mismas y esperando que el año agarre vuelo. ¡Pero ya se fueron dos meses!
Recientemente, realicé tres días de planeación con mi equipo gerencial y de inmediato empezamos a ejecutar. Mientras nuestros competidores estén pensando en las celebraciones, nosotros ya comenzamos con las acciones del 2025.
Para cuando nuestros competidores despierten en febrero, nosotros iremos ya dos meses adelante. Mil veces mejor empezar a accionar aunque sea a medio gas porque estamos celebrando, pero ya avanzando, y en enero otro poco más, y todo esto nos generará resultados mejores.
Si diciembre y enero son malos en ventas, no lo serán tanto, y si febrero tradicionalmente repunta, pues esta vez lo hará un poco más.
¿Para qué esperar al 6 de enero para entrar al gym?, ¿por qué mejor no empezar ya?, ¿para qué esperar a estudiar un nuevo idioma, a ahorrar, a comer mejor, a rezar, a meditar, a leer libros?, ¿a buscar un mejor empleo?, ¿a emprender?
Te invito a que no te enfiestes sin medida, a que selecciones los eventos en los que realmente vale la pena estar, no gastes de más en regalos, y los que hagas, que sean inteligentes, no trates de quedar bien. Cuida tus finanzas, tu salud, tu mente y tu familia.
Te invito a que este 2025 no tengas metas, te recomiendo más tomar acciones, pues los verdaderos resultados están ahí, y si quieres tomar la delantera, hazlo ya, pues el 2025, ya comenzó. ¡Feliz Año Nuevo, y también Feliz Navidad!
