Hace dos años en Nairobi, Kenia, representantes de 175 países que forman parte de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, aprobaron una resolución para acabar con la contaminación por plásticos.
Un Comité Intergubernamental de Negociación comenzó a trabajar en una resolución que será obligatorio acatar para finales de este año, con el propósito de terminar con el problema de la contaminación por plásticos que afectan a nuestro ecosistema.
La producción mundial de plástico es un tema que debe de preocuparnos debido a que va en alarmante aumento, se disparó de dos millones de toneladas que se producirán hace 15 lustros, a 461 millones de toneladas que se generaron hace un par de años.
Lo preocupante es que, si no se hace algo de inmediato para el 2040, la producción mundial de plástico se duplicaría generándose casi 900 millones de toneladas anuales de este material, del cual apenas se recicla el nueve por ciento de acuerdo a cifras de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
En México no nos quedamos atrás en la producción de plásticos, pues se llegan a producir siete millones de toneladas al año, de las cuales casi el 50 por ciento se destina para el empaque, envase y embalaje de productos, que bien se podrían sustituir por otros materiales amigables.
El gran problema del plástico son las dificultades que implican deshacerse de estos productos los cuales van a parar al fondo de los océanos, a ríos, a cañadas, a basureros a cielo abierto, con el consecuente daño al ecosistema.
Esta contaminación por plásticos la podemos ver en el área metropolitana de Monterrey a lo largo y ancho del río Santa Catarina en donde se puede apreciar a simple vista bolsas, botellas, empaques y otros objetos de plástico, que llegan ahí por las corrientes de viento, o lo más lamentable porque son arrojados en ese lugar.
En plena crisis hídrica pudimos apreciar como en el fondo de la Presa de La Boca se encontraban toneladas de desperdicios plásticos que llegaron a ese lugar por las corrientes de agua o porque alguien las arrojó.
Ante esta circunstancia considero necesario que Nuevo León sea ejemplo nacional y adopte los acuerdos de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en donde aprobó una resolución para disminuir la contaminación con la reducción de plásticos.