A través de los medios masivos de comunicación, redes sociales y en los recorridos que hacemos en nuestros distritos las diputadas y los diputados, nos enteramos de casos de violencia que se presentan en las inmediaciones de los planteles escolares.
Son peleas que se presentan entre estudiantes, que por alguna razón tienen diferencias, y recurren a los golpes para saciar su enojo que tienen con su compañero o compañera de aula o escuela.
Los padres y madres de familia, vecinos, maestras y maestros nos manifiestan la preocupación por la pérdida de valores de la paz y la legalidad, entre los jóvenes.
La difícil situación económica de muchos hogares orilla a las madres y padres de familia a trabajar tiempo extra en busca de un mejor ingreso, lo cual les resta tiempo de convivencia con su familia, que es donde normalmente se transmiten los valores.
En este contexto el Consejo Estatal para la Promoción de Valores y Cultura de la Legalidad es organismo ciudadano que opera desde hace 16 años, puede asumir un papel importante para inculcar esos valores que se han difuminado, lo que deriva en actos de violencia en las inmediaciones de los planteles educativos.
Por alguna razón este Consejo, en el que participan empresarios, académicos, artistas, directivos de medios de comunicación, entre otros actores sociales, no ha sesionado por lo que se hace necesario retome sus actividades en pro de la promoción de valores y cultura de la legalidad.
Esta promoción debe ser fomentada, primordialmente en los menores de edad, ya que cultivando con ellos los valores morales, éticos, así como conocimientos de leyes y normas a temprana edad, será más fácil que se conduzcan con respeto y conforme a la ley y derecho.
Es ahí que este Consejo ciudadano puede tomar un papel importante elaborando programas y estrategias sobre la participación activa y propositiva de la población en pro de la cultura de la legalidad y no violencia.
Este programa deberá incluir estrategias y líneas de acción con las cuales se regirá, así como los criterios de vinculación, colaboración y corresponsabilidad, para sensibilizar a la sociedad sobre los valores y la cultura de la legalidad.
Deberán asimismo incluir campañas permanentes en coordinación con cada uno de los tres Poderes del Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, para fomentar la cultura de la legalidad entre los funcionarios y servidores públicos del Gobierno del Estado.
De ahí la importancia que se reactive el Consejo Estatal para la Promoción de Valores y Cultura de la Legalidad.