Regiándola
En Colombia, Pablo Escobar solía jugar cascaritas de fut con sus fieles y sanguinarios sicarios.
Obvio, nadie tenía el atrevimiento de entrarle fuerte al capo ni mucho menos hacerle un “túnel”.
Pablo era el capitán y el juego no terminaba si él no metía gol.
El futbol era parte de la vida del poderoso traficante. Tanto, que su obsesión ya no sólo era intercambiar balas y bombas con el Cártel de Calí -su odiado rival- sino goles.
Era la época de los 80 y desde entonce se decía que el narcotráfico ya había incursionado sus tentáculos en este deporte y que Escobar invertía millonadas en el Atlético Nacional.
En México poco se ha hablado del filoso tema, sólo por allá del 2003-2004 saltaron a la cancha algunos nombres de capos metidos en Primera y Segunda División.
Sin embargo, hasta ahora nada se ha comprobado (o tal vez no se ha tenido la voluntad de comprobarse) por parte de las autoridades.
Pero ahora el futbolista y ex rayado, Rodolfo Pizarro, puso el dedo en la llaga.
El volante mexicano declaró apenas esta semana estar arrepentido de haber fichado con un equipo de Grecia, el AEK Atenas.
¿La razón?... la presencia de la mafia en el futbol.
Así lo dijo: “en ese tema Grecia es mucha, no sé cómo llamarlo, es mucha mafia, por así decirlo. Si aquí el país es corrupto (México), Grecia le da tres vueltas. Entonces, también creo que mucho tuvo que ver la directiva, que no tenía tampoco confianza”.
No sólo llamó mafia al grupo que controla al futbol en aquel país, sino que también embarró a México.
¿Qué saben los futbolistas, que no sabe el común de la gente? Justamente ellos, que hacen negociaciones con representantes y directivos de clubes.
Tal vez no era el momento para que Pizarro levantara polvo con peliaguda aseveración, pero pues se aventó el tiro.
Mucha falta no le hace ahorita estar en medio de la polémica, señalando a gente poderosa, si las adversidades le han tocado trágicamente a su puerta.
Apenas en enero una tía suya fue asesinada en un asalto que, además, dejó lesionada de bala a su mamá.
Mañana viene Pizarro a la ciudad con su nuevo equipo, el Mazatlán de Vuce (y de Ricardo Salinas Pliego), para enfrentar a Rayados.