La semana pasada la presidenta de México en una de sus conferencias mañaneras declaró ante la nación que había que: “Dejar de ver al agua como una mercancía, cuando es un recurso escaso en la mayoría del país”.
Con esas palabras la Dra. Claudia Sheinbaum, dejó en claro que nuestra nación tiene que cambiar la manera en la que utilizamos el agua, y que el vital líquido es un bien escaso que debe ser administrado con eficiencia, empatía y con visión a futuro.
Nuevo León nunca ha sido ajeno a los periodos de sequía, nuestro Estado se encuentra en una región que la Conagua considera como una zona de estrés hídrico, lo que significa que se tiende a consumir más agua que la que se renueva en cada ciclo natural. La cumbre más reciente de esa situación, la vimos en los años de escasez que fueron mitigados por la tormenta tropical Alberto en junio del 2024.
Lo dicho por la presidenta, lo vivido en nuestro estado en épocas recientes, y los periodos de dificultades hídricas que se han presentado con dureza en estados como Chihuahua, Sonora o Baja California, hacen evidente que hay que modificar muchos comportamientos en materia de uso de agua.
Durante los gobiernos neoliberales fue impulsada la percepción de nuestras aguas nacionales como una mercancía, trayendo como consecuencia uno de los sufrimientos más graves de nuestro estado, principalmente en municipios como García: la distribución desigual del agua en nuestro país. Esto sin dejar de lado el acaparamiento, sobre concesionamiento y deterioro de la infraestructura.
Es así que hoy en día, es ilógico comprometer el aprovechamiento exclusivo de este recurso por treinta años a particulares, si ni siquiera se cuenta con la certeza de que el vital líquido estará disponible en 10.
Además de reducir el tiempo de concesiones para que, en caso de emergencia, si se necesita, el líquido se use para consumo humano, también hay que poner orden en las que ya existen. La presidenta señaló que ya no se permitirá transmitir derechos entre particulares, la cual era una práctica muy usada por las grandes empresas para apropiarse de derechos de uso, también se abrió un portal de denuncias en la materia y se pretende impulsar una nueva ley al respecto.
Estas acciones demuestran que morena se preocupa por los recursos de la nación, y por garantizar un futuro sostenible en el que todas las personas puedan tener acceso al agua. En la cuarta transformación, desde todas las trincheras seguiremos trabajando por garantizar el derecho humano al agua.