Foros T-MEC

Escrito en OPINIÓN el

En México estamos ante un momento clave para el futuro económico del país: la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026. 

La primera revisión sexenal, de acuerdo con los términos de este documento, será un ejercicio técnico o diplomático, pero también una oportunidad histórica para evaluar con seriedad los beneficios, los desafíos y las nuevas reglas del comercio en América del Norte. 

Desde el Senado de la República, y en mi calidad de Presidente de la Comisión de Seguimiento a la Implementación y Revisión del T-MEC, seré parte del proceso colaborativo del diagnóstico, de la mano de sus actores principales: las empresas, los usuarios y los trabajadores mexicanos. 

Por primera vez, desde la Secretaría de Economía se han creado los Foros T-MEC en el que buscan escuchar, dialogar y construir de manera colectiva la posición que México llevará a la mesa de revisión. El primero de estos encuentros se realizó en Nuevo León, estado que representa el corazón industrial de nuestro país y una de las regiones más integradas a la economía norteamericana. 

Ahí percibí un doble sentimiento entre los empresarios y trabajadores: orgullo por lo que han construido, y preocupación ante las posibles medidas proteccionistas que podrían surgir durante la revisión del Tratado. Les aseguré que desde el Senado defenderemos los intereses nacionales con datos, con argumentos y con la convicción de construir en conjunto.

De particular importancia fue el tema del acero y el aluminio. En este foro concluimos que México ha demostrado que produce con estándares de excelencia, cumple con los compromisos ambientales y laborales del T-MEC, y no toma ventaja desleal sobre sus socios. Por eso, el Gobierno Federal y el Senado de la República están preparados para defender a estos sectores. 

Más recientemente, llevamos este ejercicio a San Luis Potosí, donde sostuvimos un diálogo abierto con sectores productivos. Fue sumamente interesante conocer la importancia de ese Estado, y juntos conversamos sobre la importancia de sí tener un modelo nacional, pero también de uno diferenciado para cada región, que garantice la integración económica a partir de lo que puede aportar al T-MEC.

Por eso, los foros y, en general, el proceso de consulta pública anunciado por la Secretaría de Economía representan un ejercicio inédito de pluralidad económica y territorial. 

El T-MEC no puede ser, ni debe ser, una discusión cerrada en oficinas gubernamentales, sino de una conversación nacional donde participen todos los sectores productivos, las universidades y la ciudadanía.

En los próximos meses, seguiré recorriendo los estados del país para escuchar y recoger las voces que darán forma a la postura mexicana ante la revisión del T-MEC.

Porque sólo desde el diálogo y el trabajo en conjunto podremos defender el trabajo digno y consolidar una integración justa con nuestros socios de Norteamérica.