Obligación Constitucional

“La Constitución no se negocia ni se interpreta a conveniencia, la ley se respeta, aun cuando no gusta, aun cuando incomoda”.

Escrito en OPINIÓN el

Hace una semana, el miércoles 15 de octubre, celebramos en el Congreso del Estado una sesión solemne, a la que convocamos con antelación, al gobernador del estado Samuel Alejandro García Sepúlveda para que rindiera su cuarto informe de gobierno.

Sin embargo, como lo ha hecho ya en los últimos tres años, el titular del Poder Ejecutivo no acudió a la sesión, en una flagrante violación a la Constitución Política del Estado, que él mismo impulsó reformar y le llama “La Nueva Constitución”.

En el artículo 79 de la Constitución local se establece que el Congreso del Estado deberá programar y convocar a una sesión solemne durante la primera quincena del mes de octubre de cada año, a la cual asistirá invariablemente el Ejecutivo del Estado, así como los Magistrados del Tribunal Superior de Justicia.

Y se puntualiza que, en dicha sesión, el Ejecutivo rendirá por escrito un informe sobre la situación y perspectivas generales que guardan el Estado y la administración pública, y en uso de la palabra expresará los aspectos relevantes del mismo.

Resulta importante recordar que este mandato no es una cortesía ni una invitación, es una obligación constitucional que él mismo impulsó, sin embargo, como ya es su costumbre el gobernador decidió no acudir a cumplir con este mandato; lamentablemente, con ello vuelve hacer un desdén hacia la ley y hacia el diálogo entre Poderes.

Aun así, las diputadas y los diputados de este Congreso, y los integrantes del Poder Judicial encabezados por su presidenta, la Magistrada Laura Perla Córdova Rodríguez, sí acudimos a la sesión porque respetamos la Constitución, y cumplimos con nuestro deber.

La Constitución no se negocia ni se interpreta a conveniencia, la ley se respeta, aun cuando no gusta, aun cuando incomoda, pero es algo que parece que no quiere entender el titular del Poder Ejecutivo de Nuevo León.

El gobernador se encuentra en el último tramo de su administración, aún tiene tiempo de cumplir con sus compromisos si así lo decide, pero no se debe olvidar que gobernar no es anunciar, es resolver; no es prometer, es cumplir; no es imponer, es servir.

Este no es un reclamo, sino un llamado a la reflexión, porque el Poder solo tiene sentido cuando se usa con humildad, con responsabilidad y con respeto hacia quienes lo otorgan: las ciudadanas y los ciudadanos de Nuevo León.