La líder opositora del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, María Corina Machado, fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz por -cito textualmente- “su incansable labor promoviendo los derechos democráticos de Venezuela y por su lucha por alcanzar una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.
Aparte de liderar la batalla contra el creciente autoritarismo de Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, Machado estudió ingeniería y finanzas y después de una carrera breve en los negocios, creó en 1992 la Fundación Atenea, para asistir a niños de la calle en Caracas.
Diez años después fue una de las fundadoras de Súmate, que promueve elecciones libres y justas en Venezuela.
Para 2010 fue electa a la Asamblea Nacional de Venezuela, el congreso, con un récord de votos, aunque el régimen la expulsó del cargo en 2014. Después se convirtió en dirigente del partido de oposición Vente Venezuela, que en 2017 formó parte de la alianza
Soy Venezuela, la cual unía fuerzas políticas en favor de la democracia en el país sudamericano.
En 2023, Machado anunció su candidatura a las elecciones presidenciales del año siguiente. Y cuando fue bloqueada por el régimen de Maduro para competir, apoyó al candidato alternativo de la oposición, Edmundo González Urrutia.
La oposición se movilizó ampliamente y recabó documentación que prueba que González Urrutia fue el ganador de la elección. Sin embargo, el régimen declaró la victoria de Maduro.
Según la organización Nobel, la democracia, entendida como el derecho de expresar libremente la opinión, votar y ser representado en el gobierno electo, es el fundamento de la paz, tanto al interior de los países como entre naciones.
El premio a Machado cobra relevancia global porque ella venció nada menos que a Donald Trump, quien hizo una intensa e inédita campaña para obtener el galardón.
La inminente intervención de Estados Unidos en Venezuela y este galardón apuntan claramente a una transición pronta de la dictadura a la democracia en Venezuela.
Este es un momento crucial para la democracia en Hispanoamérica y tendrá consecuencias inmediatas en México, donde el régimen de la 4T sigue al pie de la letra las directrices del Foro de Sao Paulo, que hicieron propio Venezuela, Brasil y otras naciones.
Es interesante que nuestra presidenta, Claudia Sheinbaum, omitiera comentarios cuando le preguntaron sobre el Nobel de Machado.
“Nosotros siempre hemos hablado de la soberanía y de la autodeterminación de los pueblos, no solamente por convicción sino porque así lo establece la Constitución y hasta ahí el comentario”, dijo Sheinbaum.
Su declaración contrasta con la efusividad de otros líderes mundiales que celebraron el Premio Nobel a Machado como un paso simbólico en favor de la libertad y los derechos civiles en Hispanoamérica.
Venezuela ya se expresó y le dio el triunfo a la oposición, liderada por Machado, pero la represión y el autoritarismo siguen teniendo a ese país en manos de un régimen nefasto.
¿Un aviso que hay que considerar?
