Es triste abrir los periódicos o ver las noticias nacionales y encontrarse todos los días con historias de violencia, asesinatos y miedo. Desde hace años, pareciera que lo único que exportamos desde México son malas noticias. Cuando uno lee lo que se dice de nuestro país en el extranjero, casi siempre aparece la misma imagen: violencia.
Pero México es mucho más que eso. Somos un país solidario, de gente trabajadora, una cultura diversa y brillante que deslumbra a quienes nos visitan. Somos arte, historia, esfuerzo y solidaridad. Y en Nuevo León, estamos haciendo lo que nos toca para que ese México que vale la pena sea el que se vea y se viva.
Hoy tenemos a la mejor policía del país, la Nueva Fuerza Civil, reconocida por su desempeño y la confianza de la gente. Hemos logrado reducciones históricas en delitos de alto impacto y somos el estado que más ha reducido los homicidios. Pero no nos quedamos ahí, estamos atacando el problema desde la raíz.
La prevención es más barata, más oportuna y mejor a largo plazo. Por eso, trabajamos en generar oportunidades para todos. Somos la economía más sólida del país, primer lugar en inversión extranjera, en creación de empleos y en ingreso familiar. Porque cuando hay oportunidades, cuando hay futuro, difícilmente alguien elige el camino de la delincuencia.
También creemos en la educación como herramienta de cambio social. Hoy Nuevo León es el primer lugar nacional en reducción de rezago educativo y en escuelas de tiempo completo. La educación mantiene a nuestros jóvenes con sueños.
México no puede seguir siendo contado solo desde la tragedia. Tenemos que cambiar la narrativa y demostrar con hechos que somos un país de gente buena, trabajadora, de soñadores, de quienes no se rinden.
Porque también creo que el cambio empieza desde lo cotidiano. Desde cómo tratamos al vecino, cómo manejamos en la calle, cómo enseñamos a nuestros hijos a respetar la ley y a ganarse las cosas con trabajo. El México que queremos no se construye solo desde el gobierno, sino desde cada familia, cada escuela y cada empresa. Si todos hacemos nuestra parte, no hay reto que no podamos superar.
Porque sí, tenemos problemas como todos los países, pero lo que nos distingue es que también tenemos carácter. Y aquí en Nuevo León, lo estamos demostrando.
