Dos personas que fueron pilares de la independencia de México nacieron en Michoacán. El primero, el Siervo de la Nación, don José María Morelos y Pavón, continuador de la revolución iniciada por el cura Hidalgo y creador de Los Sentimientos de la Nación, plasmada en el acta solemne de la Declaración de Independencia de la América Septentrional, que es el primer documento legal donde se proclama la separación de la Nueva España con respecto de la metrópoli española.
Morelos nació el 30 de septiembre de 1765 en la entonces Valladolid, hoy Morelia. El otro es, el Libertador de la Patria, don Agustín de Iturbide, consumador de la Independencia y creador del Plan de Independencia de la América Septentrional, mejor conocido como el Plan de Iguala, firmante de los Tratados de Córdoba, creador de la Bandera Nacional, del hoy Ejército Mexicano, participante del Acta de Independencia del Imperio Mexicano, y fugaz Emperador. Iturbide nació el 27 de septiembre de 1783 en la entonces Valladolid, hoy Morelia.
Así, de Michoacán salieron los hombres que liberaron a la entonces Nueva España, que hoy es México, de un gobierno controlado por España.
Hoy en día, al parecer los michoacanos serán nuevamente protagonistas de la libertad de México, pero en esta ocasión se trata de liberar al país del mal gobierno. Nada mal si consideramos que una de las arengas del cura Hidalgo fue precisamente: ¡Muera el mal gobierno!
El estado de Michoacán ya tiene mucho tiempo bajo el embate del crimen organizado, y hasta hoy son innumerables las pérdidas del pueblo michoacano. Aclaro que esto ha ocurrido independientemente de los partidos que lo han gobernado.
Si bien el PIB de Michoacán aporta solo el 2.8% del nacional, en cuanto al valor de las actividades primarias -que se refiere a la obtención de materia prima a partir de la explotación de recursos naturales, que comprende agricultura, ganadería y pesca-, la aportación de la entidad sube al 10.5%, según datos del INEGI.
La producción masiva de aguacate, limón, guayaba, fresa y zarzamora colocan a Michoacán como uno de los graneros del país y aunque también se destaca por la actividad pesquera y por el comercio marítimo a través del Puerto de Lázaro Cárdenas, es el sector agrícola el que más ha sido asediado por el crimen con cobro de piso, extorsiones, contribuciones ilegales e incluso sometimiento en la comercialización y cobro de los productos.
La crisis se recrudeció en la actual administración estatal de Michoacán que encabeza Alfredo Ramírez Bedolla, de Morena.
En lo que va de su periodo han sido asesinados siete alcaldes y dos empresarios. Los alcaldes de Contepec, Aguililla, Churumuco, Cotija, Tacámbaro, Tepalcatepec y Uruapan, y a los empresarios limoneros Alejandro Torres y Bernardo Bravo.
Esta crisis en Michoacán estalló con el asesinato de Carlos Manzo, presidente municipal de Uruapan, el pasado 1 de noviembre.
Por su valentía y estridencia, al enfrentarse con el crimen organizado y exigir a la 4T apoyo para controlar la inseguridad en su municipio, adquirió fama nacional y enorme simpatía en todo el país, al grado de ser conocido por muchos como el ‘Bukele mexicano’.
Su asesinato frente a su familia y en el Día de Muertos, que es una fiesta hermosa en Michoacán, encendió la indignación de la opinión pública y generó protestas y actos de resistencia civil en Uruapan y Michoacán, que mostraron la indignación, y hartazgo de una comunidad desesperada por el acoso del crimen y la presumible complicidad de las autoridades de los tres niveles de gobierno.
La sociedad civil ya despertó. El hartazgo por la falta de resultados en la seguridad, y en otros temas, ya se hizo visible y se movilizó.
El gobierno federal respondió con el Plan Michoacán, que contiene elementos similares a la denominada guerra contra el narcotráfico, tan criticada por la 4T e instrumentada por otro michoacano nacido en Morelia: Felipe Calderón.
La sociedad ya despertó. Parece ser que nuevamente la libertad provendrá de Michoacán. ¡Viva Morelos! ¡Viva Agustín de Iturbide! ¡Viva Michoacán!