Se cumplen 7 años de la Cuarta Transformación

Escrito en OPINIÓN el

El 1 de diciembre del 2018 Andrés Manuel López Obrador tomó protesta como presidente de la República. Con él inició la Cuarta Transformación, el movimiento político, social y moral más importante de México en lo que va del siglo.

La Cuarta Transformación no fue un simple cambio de gobierno, fue una ruptura profunda con el viejo régimen. Y su mayor legado, visible hoy más que nunca, es la certeza de que el país puede gobernarse desde la justicia social.

A siete años de iniciar este camino, los avances son innegables. En lo económico, México dejó atrás la inercia neoliberal que veía al Estado como un estorbo y no como un garante del bienestar. El salario mínimo ha registrado el mayor incremento real en décadas; millones de familias han visto fortalecido su poder adquisitivo; y el país ha logrado atraer inversiones históricas, consolidándose como un actor central en el reordenamiento productivo global.

En el ámbito político, la Cuarta Transformación ha sentado las bases de un nuevo pacto democrático. El combate a la corrupción, la austeridad republicana y la reorganización de instituciones antes capturadas por intereses particulares han cambiado la relación entre ciudadanía y poder.

Por primera vez en mucho tiempo, millones de personas sienten que su voz cuenta, que hay un gobierno que les representa y que la política ya no es un negocio para unos cuantos, sino un instrumento al servicio del pueblo. La reforma al Poder Judicial, impulsada desde una visión transformadora, busca precisamente completar ese ciclo: devolver al sistema de justicia la legitimidad que durante años le fue arrebatada.

En lo social, los programas de bienestar se han convertido en un derecho y no en una dádiva. Adultos mayores, jóvenes, personas con discapacidad, estudiantes y comunidades históricamente marginadas hoy reciben apoyo directo, transparente y sin intermediarios.

AMLO sembró algo más profundo que un proyecto de gobierno: sembró una visión de país. Una visión que reivindica la honestidad como principio, el humanismo como guía y la soberanía como pilar.

Si con él comenzó la 4T, con Claudia Sheinbaum nuestro movimiento se ha profundizado. Su liderazgo encarna la continuidad y a la vez la evolución del movimiento. Representa la ciencia al servicio del pueblo, la responsabilidad frente a los grandes retos globales y la consolidación del humanismo mexicano.

A siete años de distancia, México no es el mismo. El país que en 2018 votó por un cambio profundo puede ver hoy los frutos de esa decisión histórica. Y aunque todavía quedan enormes desafíos, no hay duda de que México avanza hacia un futuro más justo, más democrático, más igualitario y más humano.

El movimiento avanza y se fortalece. Lo hace con el respaldo del pueblo y con él no hay fuerza capaz de detenerlo.

Frase:

“A siete años de distancia, México no es el mismo. El país que en 2018 votó por un cambio profundo puede ver hoy los frutos de esa decisión histórica”