Recientemente, desayunando con un grupo de buenos amigos ejecutivos, surgió una conversación que me pareció especialmente reveladora. Uno de ellos, con un gesto de cansancio y sinceridad, me preguntó: “¿Qué tengo que hacer para ser el elegido? Me han invitado a entrevistas para puestos de Director General, pero al final nunca quedo, ¿qué estoy haciendo mal?”.
Mi respuesta fue directa: aunque seas un excelente vendedor, es probable que no estés comunicando de manera efectiva tu trayectoria ni tu propuesta de valor.
En una entrevista de alto nivel no basta con enumerar logros o cargos; lo esencial es transmitir con claridad quién eres profesionalmente, cómo piensas, qué resultados has alcanzado y, sobre todo, por qué tu perfil encaja con las necesidades y la cultura de esa organización.
He observado que muchos ejecutivos enfrentan un dilema similar. Se preguntan cómo alguien, aparentemente con menos experiencia o estabilidad, logra quedarse con el puesto. La respuesta, aunque incómoda, es simple: la percepción también se construye. Vivimos una época en la que la exposición en redes, la capacidad de comunicar logros y la congruencia entre discurso e imagen profesional influyen tanto como la trayectoria misma. Hoy, la marca personal es un activo estratégico. Quien sabe gestionarla con inteligencia tiene una ventaja competitiva innegable.
El mundo laboral cambió radicalmente desde la pandemia, las prioridades de empleados y empresas ya no son las mismas. Las nuevas generaciones no se mueven solo por el salario; buscan esquemas híbridos, flexibilidad de horario, bienestar emocional, beneficios de salud, códigos de vestimenta relajados y una cultura organizacional auténtica.
Si algo he aprendido a lo largo de los años, es que toda trayectoria profesional tiene un precio, que se paga con compromiso, dedicación, entusiasmo, resiliencia y, sobre todo, pasión. Porque cuando se trabaja con pasión, los retos se transforman en aprendizajes y los fracasos en escalones hacia el crecimiento.
Si estás en la búsqueda del trabajo de tus sueños, te comparto algunas recomendaciones: Identifica tu mercado objetivo; no envíes tu CV a todas partes; crea uno que cuente una historia. No se trata de listar puestos; prepara tu discurso para la entrevista y susténtalo; cuida tu presencia e invierte en tu marca personal.
Quien logra combinar la autenticidad, la preparación y la pasión siempre termina siendo el candidato elegido.
