Educación digna: el mejor legado

Mejorar las condiciones físicas de las escuelas es solo una parte del reto. Para lograr una transformación real, también es necesario revisar el entorno en el que aprenden nuestras niñas y niños.

Escrito en OPINIÓN el

Este lunes, más de un millón de niñas y niños regresan a clases en Nuevo León. Pero, a diferencia de hace tres años, el contexto y el panorama para el sector educativo en nuestro estado son profundamente distintos.

Desgraciadamente, la administración anterior dejó a Nuevo León con un rezago educativo crítico. En algunos casos, los niños tomaban clases en contenedores, sin ventilación adecuada ni clima, bajo temperaturas extremas. Durante la pandemia, muchas escuelas fueron abandonadas; los patios parecían junglas por la falta de mantenimiento y varios planteles estaban desmantelados por los robos constantes. Ese fue el punto de partida.

Hoy, la realidad del sistema educativo es otra. Y no lo digo yo, lo dicen los resultados: se han ampliado 193 planteles con 310 aulas adicionales y 650 anexos. Además, 2,014 escuelas han recibido rehabilitación y mantenimiento. En total, más de 624 mil estudiantes han sido beneficiados con estas obras.

Pero mejorar las condiciones físicas de las escuelas es solo una parte del reto. Para lograr una transformación real, también es necesario revisar el entorno en el que aprenden nuestras niñas y niños.

Desde el Congreso, hemos impulsado reformas clave para fortalecer el ambiente escolar. Promovimos sanciones más severas contra el bullying, emprendimos acciones para prevenir el acoso y abuso sexual en las escuelas, y trabajamos para que ningún menor tenga que abandonar sus estudios por verse obligado a trabajar. También impulsamos la inclusión de programas de orientación vocacional en secundaria y preparatoria, para que los jóvenes puedan elegir su camino con mayor claridad y seguridad.

Además, para reconocer la labor de las y los policías de nuestra nueva Fuerza Civil, propusimos becas para sus hijas e hijos. También apoyos para familias monoparentales, con el objetivo de que ningún niño o niña se quede sin estudiar por falta de recursos.

Desde la Bancada Nuevo León reiteramos nuestro compromiso siempre con las niñas y los niños, vamos a seguir trabajando para que tengan mejores escuelas para estudiar, mejores centros de salud para atenderse, mejores parques para jugar y no dejaremos de trabajar para que tengan el mejor estado para nacer, crecer, educarse y vivir.

Esto es una realidad: invertir en educación es una obligación con el presente y con el futuro. Un sistema educativo fuerte no solo mejora la calidad de vida de quienes lo integran, también impulsa la movilidad social, reduce desigualdades y fortalece a la comunidad.

El futuro de Nuevo León dependerá, en gran medida, de lo que hoy hagamos por su niñez. La escuela debe ser un lugar que abra puertas, no que las cierre. Un espacio donde el esfuerzo tenga sentido, donde cada estudiante —sin importar su origen— pueda desarrollar su talento y aspirar a más.

Porque la educación digna no se promete. Se construye con hechos, con voluntad política y con un compromiso constante con quienes más lo necesitan.