Durante años se repitió que la violencia y la inseguridad eran inevitables, que los estados poco podían hacer ante un problema nacional, pero en Nuevo León decidimos no aceptar esa narrativa y estamos demostrando que sí se puede.
Recuperamos la esencia de la Fuerza Civil, diseñamos una nueva estrategia y la respaldamos con una inversión histórica. Hoy, los resultados son claros, los datos confirman que sí es posible cambiar la inercia nacional y que en Nuevo León vamos por el camino correcto.
En el último semestre, el estado registró reducciones históricas en delitos de alto impacto. Los homicidios dolosos bajaron 47% frente al mismo periodo del año anterior. También el robo a casa habitación cayó 24%, el robo a negocios 16% y el robo a persona 22%, alcanzando sus niveles más bajos en 15 años. En cuanto al robo de vehículos, hoy ocurre 27 veces menos.
Estos resultados no son casualidad. Este gobierno ha invertido 23 mil millones de pesos en seguridad, consolidando a Fuerza Civil como la mejor policía estatal de México. Se han incorporado 1,100 nuevos elementos y hay 1,000 cadetes en formación, lo que nos permite contar con 5,546 efectivos activos, la fuerza más grande en la historia del estado. Vamos por más: la meta es llegar a 7,000.
Creamos divisiones especializadas —aérea, blindada, táctica, médica, de caminos, de inteligencia y de control territorial— con las que ampliamos cobertura, presencia y capacidad de respuesta. A esto se suman el Operativo Muralla, que blinda las entradas al estado, y el Grupo de Coordinación Metropolitana, que actúa con inteligencia contra los generadores de violencia.
Pero también sabemos que la seguridad no se construye solo con patrullas y helicópteros. Hay que atender las causas profundas, muchas veces están en casa, en la escuela, en el entorno de las familias. Por eso, la estrategia también contempla una dimensión preventiva con programas sociales, atención psicológica, recuperación de espacios públicos y fortalecimiento del tejido.
Sabemos que el principal anhelo de las familias es vivir en paz, salir a trabajar, estudiar o emprender sin miedo. Esa ha sido la prioridad del Gobierno del Estado desde el primer día. Y aunque en este tema nunca se puede decir que se ha llegado a la meta, sí podemos afirmar algo: vamos bien, y no vamos a bajar la guardia.