Un transporte que garantice la educación

Escrito en OPINIÓN el

Existe un chiste recurrente en el que se recuerda a los padres o a los abuelos diciendo algo como: “En mis tiempos tenía que caminar 15 kilómetros entre la lluvia, la lava y la nieve para ir a la escuela”.

Esta frase, que en muchos casos podría considerarse como una exageración, era usada para expresar lo complejo que era para generaciones anteriores llegar a la escuela, por causas como la escasez de planteles o que cuando si hubiera, se encontraran a kilómetros de distancia, sin alternativas que facilitaran su asistencia. Hoy en día, uno pensaría que con los avances tecnológicos que impulsan el disfrute de los derechos y el desarrollo de la ciudad, una cuestión tan fundamental como asistir a la escuela sería más sencilla que hace 40 o 50 años, sin embargo, la realidad parece demostrar lo contrario. 

En la actualidad, la sociedad se ha encontrado con nuevos retos. Nuestro Estado ha sido objeto de una expansión desordenada, la cual se ve reflejada en la insuficiencia de planteles escolares que incrementa las distancias entre los puntos de vivienda y las escuelas, a lo cual se le suma una crisis de movilidad que se remite cuando menos a la administración anterior. En conjunto, estos factores convierten en un reto la asistencia educativa de nuestras hijas e hijos.

Podría decirse que el chiste de antes cambiaría a: “En mis tiempos para poder llevarme a la escuela mis papas tenían que caminar varias cuadras, tomar camiones, recorrer varios kilómetros e incluso, durar en el tráfico hasta una hora, lo que sacrificaba bonos de puntualidad o asistencia en su trabajo”.

En Nuevo León, el 13.36% de la población entre 03 a 14 años de edad no ejerce su derecho a la educación, lo que refleja un dato preocupante. En ese sentido, en el 2020 el Municipio de García demostró un incremento en la inasistencia educativa de sus habitantes en el rango de edad antes mencionado, lo que ejemplifica el reto que representa para las niñas, niños y adolescentes llegar a clases, y que sin duda, se ve influenciado por la dificultad de trasladar a los alumnos para que lleguen a su escuela.

Derivado de lo anterior es que actualmente existe un transporte escolar privado, que permite el traslado muchas niñas, niños y adolescentes a la escuela, sin embargo, los costos de esta modalidad brindada por particulares varían de los $1,750 a los $4,000 pesos al mes, lo cual representa un gasto considerable para el bolsillo de las familias, además de contar con una regulación muy laxa, con unidades de hasta 15 años.

En la bancada de morena reconocemos la problemática actual de asistencia y deserción escolar, y es por esa razón que a través de un servidor, y en especial de la Diputada y Maestra Reyna Reyes Molina, presentamos una iniciativa que ayuda a resolverla, haciéndolo en apego a las realidades y retos que vive y enfrenta la sociedad regiomontana.

Sabemos que llegar a la escuela puede ser difícil, ya que las familias deben gastar recursos importantes o una buena cantidad de tiempo, lo cual afecta el derecho a la educación de los niños y adolescentes y merma el patrimonio de la gente de Nuevo León.

Es por eso que se propone que sea el mismo Gobierno Estatal el que proporcione dicho servicio, haciéndolo en base a una dinámica inteligente, mediante la cual se analice la demanda y las necesidades específicas de cada escuela a través de la Secretaría de Educación, la cual se coordinaría con la Secretaría de Movilidad para diseñar un programa de transporte público escolar, al ser estos entes quienes tienen las atribuciones, la experiencia, y sobre todo, la capacidad para hacerlo.

En morena queremos que sea a través del Estado, que se garantice la disponibilidad de un servicio de transporte escolar para asegurar el acceso a la primaria y secundaria, a las personas que tienen dificultades en llegar a ella; y a la par, reducir el tráfico en estas zonas escolares en las que el tráfico abunda.

Nuestra prioridad es proponer medidas que coadyuven en garantizar de forma segura el acceso a la educación de nuestras niñas, niños y adolescentes, al ser este un derecho fundamental para su desarrollo, e inevitablemente, para el futuro del propio Nuevo León.

Seguiremos legislando por el bienestar de todas las personas, buscando resolver uno a uno todos los problemas del Estado de Nuevo León.