Esta semana rendí mi primer informe de actividades legislativas. Fue un momento especial, rodeada de vecinos, amigos y familias del octavo distrito local, con quienes he compartido no solo resultados, sino también el compromiso que me mueve cada día: cuidar Monterrey y su calidad de vida.
Siempre me he preguntado: ¿cuál debe ser el verdadero trabajo de un diputado local? Más allá de llenar los libros con leyes nuevas, creo que debemos cuidar lo que ya tenemos, hacer que las leyes funcionen y corregir lo que no está bien. Porque legislar no es acumular normas, sino asegurar que la vida diaria de la gente mejore.
Por eso impulsé reformas concretas, como la del Reglamento de Tránsito y Vialidad de Monterrey, para que, tras un “choquecito”, los vehículos puedan retirarse rápido, evitando congestionamientos, contaminación y riesgos de accidentes. Son medidas que protegen el tiempo, la seguridad y la tranquilidad de la ciudad.
También propuse la Ley de Pronto Pago a las PYMES, para que las grandes empresas no las ahoguen con plazos injustos. Nuestro objetivo es darles oxígeno para crecer, generar empleos y fortalecer la economía local. Presenté además iniciativas para crear un FONDEN estatal, que nos permita responder mejor ante emergencias, y una Ley de Comunicación Social que ponga freno a gastos excesivos en imagen.
En el Congreso aprobamos un presupuesto histórico de más de $156 mil millones para Nuevo León, con inversiones que impactan de forma directa en la vida de la gente:
- $8,472 millones para movilidad, incluyendo $160 millones para Metrorrey y $301 millones para un nuevo plan integral de transporte.
- Más de $100 millones para PYMES y emprendedores.
- $417 millones para “Hambre Cero”.
- Más de $4 mil millones para fortalecer el sistema de salud.
- $955 millones para mejorar escuelas de educación básica.
Con estos recursos, no acepto que alguien diga “no hay dinero”: ahí está, y es el más alto en la historia de nuestro estado.
Mi compromiso sigue firme; estar cerca de la gente, escuchar y responder. Porque servir no es ocupar un cargo, es honrar la confianza con resultados, transparencia y trabajo en equipo.
Monterrey es nuestra casa y cuidarla significa velar por sus calles, su seguridad, sus empleos, su salud y su futuro. El camino es largo, pero sé que juntos —tocando puertas, escuchando y actuando— podemos construir una ciudad más humana, segura y cercana para todos.