En el Grupo Legislativo del Partido Revolucionario Institucional tenemos el compromiso de trabajar siempre por la gente de Nuevo León y por la grandeza de Monterrey. Ese compromiso se refleja en la agenda legislativa que hemos presentado para el primer periodo del segundo año de ejercicio constitucional, en apego a lo que establece la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado.
Nuestra agenda responde a las necesidades más urgentes de los nuevoleoneses, que hoy padecen los efectos de la ineficiencia del gobierno estatal, pero también mira hacia adelante, buscamos actualizar las leyes que han quedado rebasadas por la realidad, para ofrecer soluciones reales, oportunas y de largo plazo.
El sueño regio es simple y poderoso, vivir en una ciudad y un estado con calidad de vida, con oportunidades de desarrollo y con instituciones que protejan a su gente. Para seguirlo logrando, debemos cuidar lo que tenemos y planear lo que viene.
Los ciudadanos de Nuevo León demandan mejores condiciones de movilidad, un medio ambiente sano, servicios de salud dignos, seguridad en las calles, acceso a la justicia, educación de calidad, cultura viva y respeto a los derechos humanos. También exigen un trato justo y solidario hacia quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad. Todos estos temas forman parte de nuestras prioridades, porque son la esencia del presente y del futuro que queremos heredar a las siguientes generaciones.
En este esfuerzo, no estamos solos ni queremos estarlo. Incorporaremos las propuestas y la voz de la gente, porque legislar de cara a la ciudadanía es la única manera de construir confianza. Solo así lograremos una visión de Estado que piense en el largo plazo y no en la coyuntura inmediata.
Como diputados del PRI, seguiremos siendo un contrapeso responsable y efectivo frente al Poder Ejecutivo. Lo hacemos no por confrontar, sino por garantizar el sano equilibrio entre los poderes y la gobernanza democrática que necesita Nuevo León.
Nuestro llamado es claro, el bienestar de Nuevo León no depende únicamente de los legisladores o de un gobierno, sino de la participación y el compromiso de todas y todos. La agenda la dicta la gente, y nuestra obligación es estar a la altura de ese mandato.
El sueño regio no se construye con discursos, sino con hechos. Y con la confianza de las y los nuevoleoneses, seguiremos trabajando hombro con hombro para cuidar el presente y asegurar un mejor futuro para Monterrey y para todo Nuevo León.