La teoría clásica del pensamiento político nos dice que el fin fundamental de un gobierno es el de mejorar la vida de sus gobernados.
En ese sentido, quiero destacar que durante el sexenio pasado y lo que va de este, la cifra de personas en pobreza ha logrado disminuir, esto pese a los incrementos demográficos y a los retos pandémicos, bélicos e inflacionarios globales, lo cual demuestra que a diferencia de los gobiernos anteriores la cuarta transformación si se preocupa por la gente.
Durante la pesadilla social que representó el neoliberalismo rampante en México durante treinta años, principalmente en los sexenios de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto, el combate a la pobreza tuvo como resultado un fracaso absoluto.
Por una parte, en su discurso promovían que sus políticas de entreguismo e incentivos a su grupo de amigos iban a cambiar la vida de las personas, sin embargo, la realidad nos indicó que de acuerdo a datos del CONEVAL, del año 2006 al 2018, periodo en el que gobernaron estos oscuros personajes, la cantidad de personas en pobreza pasó de 45.5 millones a 52.4 millones, esto representa un aumento del 15%, lo cual contrasta con las promesas huecas que se hicieron en esos sexenios.
Siempre pregonaron que traerían empleo, que mejorarían la calidad de vida del mexicano, pero si revisamos las cifras estadísticas, la realidad los desnuda: mientras que ellos fallaron, la cuarta transformación cumplió. Basta con ver que en el punto más alto del sexenio de EPN el ingreso por trabajo aumentó sólo 0.4%, es decir, menor a la inflación, mientras que los últimos datos del 2024 revelan un incremento de los ingresos laborales del 13.2%, beneficiando con ello los bolsillos de jornaleros, obreros, así como todos los profesionistas.
Otra de las mentiras del neoliberalismo era la generación de empleos, un apartado en el que las cifras hablan por sí solas, ya que en los sexenios de Calderón y Peña la tasa de desocupación osciló entre el 3.8 y el 5%, mientras que los números bajo los gobiernos de morena nos hablan de un 2.7%.
Y por último, no podemos dejar de mencionar los programas sociales, un elemento de política social de la cuarta transformación, que la oposición criticaba cuando no eran tiempos electorales, pero que abrazaba cuando se acercaban las votaciones.
Los programas gubernamentales han servido para que hoy las personas ingresen por conducto de ellos un 101% más que lo que recibían en 2016, esto, para familias que vivían en el extremo de la pobreza, representa un cambio de realidad en el que si antes no sabían que comerían el día de mañana, ahora saben que podrán comer toda la semana.
Para dejar esto más en claro, una familia más o menos tradicional en México que se integre por un abuelito, una mujer de 60 años, una persona con alguna discapacidad, un estudiante de primaria, uno de secundaria y uno de preparatoria generan gracias a todas las becas y apoyos del bienestar, un ingreso mensual acumulado de $11 mil pesos, una entrada de dinero que en la época neoliberal no existía.
Ese dinero que se brinda de forma universal, directa y sin intermediarios, les permite cubrir necesidades básicas, las cuales en los sexenios previos a la cuarta transformación, eran temas que solo le importaban a los gobernantes de dientes para afuera.
Hoy pese a las quejas de la oposición, la cuarta transformación ha demostrado con una política de salarios, un desarrollo de fuentes de empleo y con la multiplicación de los programas sociales, que la pobreza en México si se puede combatir al punto que hoy por hoy hay 14 millones menos de personas pobres en comparación con el periodo neoliberal.
En MORENA seguiremos luchando para apoyar a los que más lo necesitan, para que las oportunidades le lleguen a todo aquel que las necesite, y que la justicia social por fin se haga presente en todo el territorio nacional, ese, ese es el sueño de la cuarta transformación, y con tu ayuda lo seguiremos haciendo realidad.