Escritorio Callejero

Escrito en OPINIÓN el

Desde que comencé mi vida pública, he tenido claro un principio que guía cada paso de mi trabajo político: la obligación de estar en las calles, escuchando de frente a las personas.

Nada sustituye la voz directa de la ciudadanía, porque es ahí, en el contacto humano y sin intermediarios, donde realmente se entienden las necesidades, los problemas y también las esperanzas de la gente.

Es la única manera de hacer política responsable; apegada a la realidad.

Con esa convicción puse en marcha, el proyecto “Escritorio Callejero”, una iniciativa que busca acercar servicios de salud, asesoría jurídica y apoyo en gestiones sociales directamente a las comunidades.

Quienes me conocen saben que siempre he dicho que no quiero que la política se reduzca a trámites lejanos, personajes inaccesibles u oficinas blindadas; quiero que sea un ejercicio cercano, humano y útil para la vida cotidiana de quienes represento.

Si lo que hacemos no tiene la capacidad de transformar la vida de las personas ¿para qué sirve?

La primera jornada, realizada en el Salón Polivalente Residencial de Santa Catarina, me permitió conversar cara a cara con vecinas y vecinos de ese municipio.

Compartí con ellos los avances de mi trabajo legislativo en el Senado de la República, así como los ejes que guiarán mi segundo año de labor parlamentaria. Más importante aún, tuve la oportunidad de escuchar sus preocupaciones y sus propuestas.

Desde esa manera, construimos un puente entre lo que se decide en el Senado, los problemas que se suben a tribuna y lo que se vive en los barrios y colonias de Nuevo León.

Sé que el reto no está solo en iniciar esta iniciativa, sino en darle continuidad y consolidarla como un espacio permanente de atención ciudadana. Por eso, este es apenas el comienzo.

La política se ha desgastado en buena medida porque se ha alejado de las personas. Yo creo que la mejor manera de recuperar la confianza es demostrando, con hechos, que estamos para servir y no para servirnos. Este proyecto es mi manera de reafirmar que la voz de cada ciudadano cuenta, que cada testimonio es importante y que cada problema merece una solución.

Santa Catarina fue el punto de partida, pero no será el único. Recorreré Nuevo León con este escritorio en la calle, haciendo lo que más me gusta: política viva en las plazas, en los barrios y en las colonias.

Ese ha sido, y seguirá siendo, el principio que guía mi trabajo: escuchar de frente, dar la cara y construir juntos soluciones que respondan a la realidad de la gente.

El Escritorio Callejero es un recordatorio de lo esencial: la política es para servir al pueblo. Y en ese camino, mi compromiso es seguir en las calles, cerca de ustedes, cumpliendo con la confianza que me han otorgado.