Monterrey.- Hace 11 años, al menos 17 miembros del grupo de vallenato Kombo Kolombia fueron asesinados a manos del crimen organizado, marcando uno de los episodios más oscuros de Nuevo León y la gubernatura de Rodrigo Medina.
En la madrugada del 23 de enero de 2013, la cantina 'La Carreta' ubicada en el municipio de Hidalgo, a 40 kilómetros de Monterrey, fue testigo de las últimas notas musicales de la agrupación vallenata 17 miembros, entre músicos y asistentes, fueron secuestrados después de su presentación en una fiesta privada en Nuevo León.
Contratados por José Isidro “El Pichilo” Villarreal, los músicos fueron ejecutados en un rancho abandonado llamado 'Las Estacas', ubicado al norte de Monterrey, en los límites de Nuevo León y Coahuila.
Sin embargo, entre las sombras de la masacre, un músico logró escapar, convirtiéndose en testigo protegido de las autoridades.
Este sobreviviente informó a la policía sobre el macabro escenario donde sus compañeros fueron ejecutados.
Siendo el 26 de enero de 2013, los cuerpos de los 17 integrantes fueron encontrados fusilados y arrojados a un pozo abandonado en el municipio de Mina.
Las investigaciones iniciales apuntaban a un ajuste de cuentas entre los cárteles de los Zetas y del Golfo, buscando “calentar” la plaza con actos de barbarie. Fue hasta marzo de 2014 que las autoridades capturaron a “El Pichilo” en la colonia Cumbres del Sol en Monterrey,
Tras su detención, “El Pichilo” reveló que mandó a masacrar a la banda en venganza de los Zetas por la supuesta traición de Kombo Kolombia al amenizar eventos financiados por el Cártel del Golfo.
Medios nacionales revelaron que los músicos y miembros del staff de la agrupación fueron torturados por los delincuentes, fusilados en el rancho “Las Estacas” para posteriormente ser arrojados a un pozo abandonado de 70 centímetros de diámetro y 15 metros de profundidad.
A once años de la masacre, sólo dos personas han sido detenidas por el asesinato de los integrantes de este grupo vallenato, hasta la fecha se sigue buscando a más culpables de esta masacre que le arrebató a la banda originaria de la colonia Independencia los sueños de grabar su primer material discográfico.