Argentina.- Dos de los cinco acusados de suministrar drogas al cantante británico Liam Payne, Braian Nahuel Paiz y Ezequiel David Pereyra, se preparan para una audiencia crucial que definirá su futuro legal.
Será el próximo 10 de febrero en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, donde ambos apelarán ante un tribunal y, de ser hallados culpables, podrían enfrentarse a una condena de hasta 15 años de prisión.
Los hechos que llevaron a la acusación ocurrieron el año pasado, cuando se dio a conocer que Payne habría estado involucrado en un episodio relacionado con el consumo de cocaína.
Paiz y Pereyra, junto con tres individuos más, están señalados como responsables de suministrar la sustancia al cantante, hecho que desató una serie de investigaciones en torno al caso.
Además de los acusados mencionados, un personaje clave en este proceso es Rogelio “Roger” Nores, amigo cercano y representante informal de Payne, quien también se encuentra involucrado en la investigación.
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Nores ha sido señalado por la Fiscalía como el responsable de supervisar las actividades del cantante, lo que lo ha colocado en el centro de las acusaciones.
Enfrenta cargos de homicidio culposo, debido a su presunta negligencia al no evitar que Payne se viera envuelto en situaciones de riesgo relacionadas con las drogas.
La situación se ha complicado aún más debido a una demanda presentada por Nores contra Geoff Payne, el padre de Liam. En la demanda, Nores reclama una indemnización de 10 millones de dólares, por difamación.
Aunque también argumentó que Geoff no compartió correos electrónicos clave entre ellos. Según Nores, estos correos contenían información relevante sobre la situación del cantante.
Además, el acusado niega las acusaciones de haber suministrado drogas o medicamentos recetados a Liam Payne, una versión que Geoff Payne había sugerido previamente.
En el marco de la demanda, Nores ha criticado públicamente a Geoff Payne, asegurando que este último intentó desvirtuar los hechos al presentarlo como responsable de los problemas de su hijo con las sustancias.
La disputa legal y las complejidades del caso continúan siendo tema de debate, mientras los acusados esperan una resolución judicial sobre su situación.