Las Vegas.- La ceremonia de los Latin Grammys celebrada la noche de anoche en Las Vegas tuvo momentos estelares, actuaciones memorables y la presencia de grandes figuras de la música latina.
Sin embargo, uno de los instantes más comentados no provino de un artista, sino de un futbolista: Sergio Ramos, defensa de los Rayados de Monterrey y campeón del mundo, quien dio un giro inesperado al convertirse en presentador.
Esa noche, Ramos se integró al equipo de conductores, aunque no dejó de llamar la atención por su presencia en un evento dominado por artistas, productores y compositores.
La sorpresa para el público llegó cuando subió al escenario para anunciar uno de los premios más esperados de la gala: Mejor Álbum de Música Urbana.
El momento ganó aún más relevancia cuando se reveló al ganador: Bad Bunny, premiado por su producción Debí Tirar Más Fotos.
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Aunque Ramos mostró señales de nerviosismo mientras leía la tarjeta, logró entregar el anuncio con soltura y profesionalismo.
Al finalizar, se acercó al reguetonero puertorriqueño para felicitarlo y ambos compartieron un abrazo que rápidamente fue grabado por varios asistentes.
Minutos después, las imágenes ya circulaban en redes sociales y comenzaron a viralizarse por todos lados.
El público en redes reconoció la labor del futbolista, destacando el manejo del escenario y la buena vibra que transmitió pese a no formar parte del mundo musical.
Muchos fanáticos comentaron que esta participación marcó un cruce inesperado entre el deporte y la música, logrando uno de los momentos más memorables de la ceremonia.
Aunque su presencia sorprendió a muchos, no es la primera vez que Sergio Ramos se relaciona con el entorno artístico.
Hace algunos meses lanzó su primera canción, Cibeles, un proyecto con el que dejó ver su interés por explorar un camino creativo más allá de las canchas. Incluso ha insinuado que, tras el cierre de su carrera deportiva, podría dedicarse de lleno a la música.
La gala de los Latin Grammys no solo fue un escaparate para celebrar el talento latino, sino también el escenario donde Sergio Ramos demostró que puede destacar en un ambiente completamente distinto al futbolístico, dejando abierta la puerta a nuevas facetas que podrían llegar en un futuro cercano.