Tailandia.- La más reciente edición del Miss Universo sigue generando controversia incluso después de haber coronado a la mexicana Fátima Bosch como la nueva reina.
Aunque para muchos este logro representa un orgullo nacional al convertirse en la cuarta mexicana en obtener la corona, el certamen se ha visto envuelto en fuertes señalamientos que han opacado el triunfo y han dado pie a un intenso debate en redes sociales.
Uno de los episodios más comentados surgió a partir del comportamiento de Nawat Itsaragrisil, director del concurso Miss Grand International, quien protagonizó un tenso momento con Bosch durante una actividad previa al certamen.
De acuerdo con los hechos presentados en videos por testimonios de los asistentes, el directivo tailandés habría intentado retirarla del evento y la habría ofendido públicamente, situación que provocó la reacción inmediata de varias ex Miss Universo y representantes de distintos países, quienes mostraron su apoyo a la mexicana.
Este altercado rápidamente se volvió viral y colocó el foco de atención internacional sobre el ambiente interno del concurso.
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Sin embargo, la polémica no terminó ahí. A estas tensiones se sumaron las declaraciones de Omar Harfouch, exjuez del certamen, quien días antes de la final decidió separarse del panel calificativo.
Según Harfouch, el proceso de selección de semifinalistas habría ocurrido de manera irregular, asegurando que algunas participantes fueron elegidas de forma anticipada y sin transparencia, lo que para él representó “un evidente conflicto de intereses”.
Tras conocerse el triunfo de Fátima Bosch, Harfouch utilizó sus redes sociales para lanzar una acusación directa; en una de sus historias de Instagram escribió que “Miss México es una ganadora falsa”, mensaje que desató una gran ola de reacciones. Acto seguido, publicó otra historia en la que afirmaba que explicaría los motivos de su postura.}
En su siguiente publicación, el exjuez compartió una fotografía de una entrevista realizada a Bosch días antes de la final.
Aseguró que, según su información, la ganadora ya habría sido definida días previos a la gran final debido a una supuesta relación cercana entre el director del Miss Universo y el padre de la modelo mexicana.
Aunque hasta el momento no se han presentado pruebas oficiales que respalden estas acusaciones, el tema continúa generando discusión y divide la opinión pública.
Mientras un sector defiende la legitimidad del triunfo de Bosch, otros exigen una revisión del proceso.
Por ahora, el certamen atraviesa uno de los momentos más polémicos de los últimos años, dejando abierta la pregunta sobre la transparencia en futuros eventos.