Estados Unidos.- Han pasado más de tres décadas desde que Mi Pobre Angelito (Home Alone) se consolidó como una tradición navideña ineludible, catapultando a Macaulay Culkin al estrellato como el ingenioso niño olvidado, Kevin McCallister.
A pesar de los constantes intentos por revivir la franquicia —y los fracasos críticos de las secuelas sin él—, Culkin ha mantenido una relación compleja con el personaje. Sin embargo, en una reciente entrevista con Variety, el actor ha sorprendido a los fans al revelar la única y muy específica idea argumental que lo convencería de regresar a la pantalla grande como una versión adulta de Kevin.
La premisa propuesta por Culkin no es un simple remake ni una repetición de la fórmula. En cambio, plantea un giro narrativo que coloca a Kevin, ahora un hombre maduro, en el lado opuesto de sus propias trampas, bajo la condición de que el agresor sea su propio hijo.
"Tenía una idea", comenzó Culkin, describiendo una trama en la que su personaje es un viudo o divorciado. "Estoy criando a un hijo y todo eso. Trabajo muy duro y no le presto suficiente atención, y el niño se enfada conmigo, y luego me quedo afuera de la casa", explicó.
El verdadero anzuelo de la historia reside en el conflicto generacional: el hijo de Kevin es quien le tiende las trampas para impedirle entrar, una dulce y vengativa forma de karma que obligaría a Kevin a experimentar el mismo caos que él infligió a los "Bandidos Mojados" hace tantos años.
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Culkin no solo sugirió el escenario, sino que se mostró dispuesto a ser quien "reemplace a los ladrones y reciba varios golpes", abrazando el humor físico que hizo famosa a la película.
Para Culkin, la icónica casa familiar de los McCallister se convierte en algo más que un simple escenario de comedia.
"La casa es una especie de metáfora de nuestra relación", afirmó el actor. La misión del Kevin adulto ya no sería proteger su hogar, sino "volver al corazón de su hijo", transformando la comedia slapstick en una conmovedora historia de redención y reconexión familiar.
A pesar de que Culkin compartió la idea con entusiasmo, fue honesto al señalar que se trata solo de un concepto que ha imaginado y que no hay negociaciones ni planes concretos en marcha para llevarlo a cabo.
Esta posible resurrección contrasta directamente con la postura de Chris Columbus, el director de las películas originales.
En agosto de este mismo año, Columbus confesó que el éxito de las dos primeras entregas fue "único e irrepetible", asegurando que sería un "completo error" intentar revivir el clásico tres décadas después.
No obstante, la propuesta de Culkin, al centrarse en un conflicto dramático personal y en un cambio de roles, podría ser el único camino viable para que este querido clásico navideño encuentre un cierre narrativo satisfactorio.