México.- En medio del tenso momento que protagonizaron Eleazar Gómez y Alberto “El Patrón” en La Granja VIP, el reality show se ve envuelto en una nueva y grave controversia.
A pesar de que el conductor Adal Ramones prometió que la agresión física entre los participantes tendría consecuencias, la influencer Kim Shantal arremetió directamente contra la producción, acusándolos de favoritismo descarado.
Aquí te contamos los detalles.
¿Qué fue lo que encendió la polémica?
La polémica se encendió durante la gala de eliminación cuando la producción presentó un recuento de las peleas más candentes del reality; sin embargo, los seguidores notaron que omitieron por completo el conflicto entre Eleazar Gómez y César Doroteo, a quien Eleazar también había amenazado y agredido previamente.
Ante esto, Kim Shantal denunció que esta omisión busca proteger a ciertos participantes, levantando serias dudas sobre la imparcialidad y la aplicación de las reglas en 'La Granja VIP'.
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Las acusaciones por parte de Kim, se debieron a que las sanciones para Alberto del Río fue la nominación directa a la siguiente semana, mientras que Eleazar solo recibió una llamada de atención.
En ese momento, Teo y Kim negaron con la cabeza, inconformes con la decisión de la producción por lo que Kim Shantal alzó la voz visiblemente molesta y reclamó:
“Ya denle el premio a Eleazar”.
Aunque el conductor intentó pedirle que guardara silencio, pero Kim continuó:
“¿Por qué mejor no le dan el premio y todos nos vamos a nuestra casa? Me parece súper injusto. Todo el tiempo se la pasa acosándonos, no respeta el espacio personal, todo el día tengo que soportar su baba cuando está borracho y nada de eso se le prohíbe. Tenemos cuatro días soportando su acoso, sus groserías, sus maldiciones. ¡Qué horror!”
Este cuestionamiento de favoritismo adquiere mayor peso al sumarse a las declaraciones de varios participantes eliminados, quienes han asegurado que la convivencia con Eleazar Gómez dentro de La Granja VIP es extremadamente difícil.
Estas voces críticas refuerzan la idea de una protección por parte de la producción, dejando en duda la imparcialidad del reality ante la audiencia que ya sospecha de un trato preferencial hacia el actor.
