Monterrey.- Ya son más de dos décadas en las que como animadoras han acompañado la infancia de miles de niñas y niños regiomontanos, llenando de color, alegría y fantasía incontables celebraciones.
Bely, Princesita Ana Celia, Marina y Muñequita Elizabeth se han ganado el cariño del público gracias a su entrega, creatividad y compromiso con los más pequeños. Ya sea en la televisión o en shows privados o para grandes audiencias muchos han disfrutado de su talento.
En entrevista para ABC Noticias, Bely, cuyo nombre real es Belinda Treviño, compartió su gratitud por el cariño del público a lo largo del tiempo.
“Me siento muy feliz y agradecida de que el público nos siga queriendo después de tantos años, pero también ha sido a base de mucho trabajo, de esfuerzo y dedicación”, comentó con emoción.
Créditos: Leo Aguirre / ABC Noticias.
Marina, del proyecto Tiempo Mágico, también reconoció el esfuerzo detrás de su trayectoria, pero que con constancia es posible estar vigente.
“Hay altas y bajas y tienes que tener mucho corazón y mucho compromiso para poder llegar hasta donde hemos estado”, señaló.
Créditos: ?????Dalia Manríquez / ABC Noticias.
Por su parte, Princesita Ana Celia expresó su entusiasmo por continuar conectando con los niños a través de las plataformas digitales.
“Es una felicidad inmensa el poder estar en contacto con los niños, porque tenemos nuestro canal de YouTube y ahí son canciones nuevas y cuentos que veían ahí como cuando estaban ustedes chiquitos”, relató con una sonrisa que evoca nostalgia.
Créditos: Dalia Manríquez / ABC Noticias.
Muñequita Elizabeth, otra figura querida por el público infantil, habló sobre cómo su propia infancia la inspiró para crear su personaje.
Créditos: Dalia Manríquez / ABC Noticias.
“Mi niña interior influyó bastante en la infancia de muchos regios, porque Muñequita Elizabeth se sentía aburrida, se sentía triste, enojada, alegre y todo conectaba con Elizabeth”, compartió, resaltando la autenticidad emocional que transmitía a los niños.
Estas animadoras han trascendido generaciones, dejando una marca imborrable en quienes crecieron a su lado y en aquellos que hoy reviven su infancia junto a sus hijos.