Estados Unidos.- El estreno de The Naked Gun en Nueva York no solo fue un evento cinematográfico, sino también una velada cargada de emociones familiares y rumores de romance.
Pamela Anderson y Liam Neeson, protagonistas del filme, llegaron acompañados de sus respectivos hijos adultos, pero fue su evidente complicidad lo que acaparó los reflectores.
Anderson, de 57 años, desfiló por la alfombra roja junto a sus hijos Brandon Thomas Lee, de 29 años, y Dylan Jagger Lee, de 27, frutos de su relación con el músico Tommy Lee.
Neeson, de 72, no se quedó atrás y asistió con Micheál Richardson y Daniel Neeson, de 30 y 28 años respectivamente, a quienes tuvo con la fallecida actriz Natasha Richardson.
Durante la gala, uno de los momentos más comentados fue cuando Pamela le plantó un beso en la mejilla a Liam, gesto que avivó las crecientes especulaciones sobre una posible relación sentimental entre ellos. Aunque ninguno ha confirmado el romance, sus constantes muestras de afecto y las declaraciones públicas han alimentado las sospechas.
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“Definitivamente tenemos una conexión muy sincera, muy amorosa”, dijo Anderson a Entertainment Weekly, antes de agregar:
“Creo que tengo un amigo para toda la vida en Liam, y él es una buena persona”.
Neeson, por su parte, se ha deshecho en halagos hacia su compañera. En una entrevista con People, llegó a decir que estaba “locamente enamorado” de ella, aunque matizó que se trataba de una conexión profesional.
“Trabajar con Pamela es una experiencia extraordinaria. Es divertida, fácil de tratar y sin ningún ego inflado”, afirmó.
Durante la gira promocional, las señales de cercanía fueron constantes. En declaraciones a The Sun, cuando se le preguntó si trabajaría con Neeson en una secuela, Anderson respondió: “Lo seguiría a cualquier parte”, dejando entrever que su vínculo va más allá de la pantalla.
Incluso bromearon abiertamente sobre las escenas íntimas que compartieron en la película. Neeson confesó que sus momentos favoritos durante el rodaje fueron “las escenas de sexo”, y ambos relataron entre risas cómo la coordinadora de intimidad del set abandonó temporalmente su puesto, abrumada por la química entre ellos.
Su comportamiento durante el estreno en Londres, una semana antes, también dio de qué hablar. Según Vanity Fair, “no podían mantener las manos alejadas el uno del otro”, una actitud que muchos interpretaron como un indicio de romance.
Sin embargo, también hay quienes ven en su cercanía una amistad genuina, nacida del compañerismo en el set. En el programa Loose Women, ambos compartieron detalles que reflejan un vínculo profundo, aunque no necesariamente amoroso.
Anderson admitió que al principio se sintió intimidada por trabajar con el veterano actor.
“Te sientes un poco insegura, pero luego las mariposas se van”, confesó. Al preguntarle si hicieron algo especial para generar conexión fuera de cámaras, respondió: “Pasamos tanto tiempo juntos que surge una química natural. No sé si siempre sucede, pero tuvimos suerte”.
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