Ciudad de México.- A 26 años del asesinato de Paco Stanley, Jorge García Escandón, quien fuera su chofer y asistente durante más de ocho años, rompió el silencio para revelar un episodio hasta ahora desconocido sobre las presiones que recibió por parte de elementos de la extinta Procuraduría General de Justicia, quienes —según su testimonio— intentaron forzarlo a imputar a Mario Bezares por el crimen del conductor.
“Solo fue una imposición, llegaron así, me cerraron en una oficina. Se trata de esto: ‘Necesitamos que culpes a Mario’, y yo dije: ‘¿Por qué lo voy a culpar? No, no sé, no, no tengo, no, no lo puedo culpar, no puedo culpar a nadie’. Y en ese momento pues me levantaron de la silla y ‘quítale todas sus cosas y se va al reclusorio’”, compartió García Escandón en entrevista para Ventaneando.
El exempleado relató que tanto él como José Luis Rosendo Martínez —quien en ese entonces trabajaba como asistente de Bezares— fueron presionados para incriminar a este último, y que fue por negarse a participar que terminó en prisión, por lo que no descartó que Gil también la haya recibido.
“José Luis lo comentó en un momento en una audiencia, lo dijo a sus abogados y a la gente en un juzgado. A él le hicieron esa propuesta, a mí me la hicieron. No acepté y por eso estuve dentro, pero sí me hubiera ayudado los testimonios de Jorge, ¿no? Porque yo él creía en mi inocencia y todavía me atacó en su libro, pero no sé, no sé por qué. No sé si también a ellos les habrán hecho esa propuesta, tanto a los escoltas como a Jorge Gil, no sé”, destacó.
García Escandón recordó el episodio a raíz de las recientes expresiones del colega de Paco, quien aseguró que siempre creyó en su inocencia, pese a que en su libro “Mi Verdad” lo puso bajo sospecha. Y respondió al reclamo que Gil hizo hace unos días, en el que lamentó que Bezares nunca se interesara por su salud tras ser herido de bala en el atentado.
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“A mí tampoco me habló Jorge Gil en su momento, nunca preguntó cómo estaba. A pesar de que estábamos los dos en la camioneta. Él se quejaba mucho de por qué no había recibido llamadas, pero nosotros estábamos arraigados. O sea, todos lo que era Paola, José Luis, Mario y yo”, recalcó.
Sobre la posibilidad de haber tomado acciones legales contra Gil por sus declaraciones, explicó: “Hm, bueno, de hecho, mi abogado en ese momento pidió un careo. O sea, nosotros ya dentro, pidió un careo. Pero no sé por qué no se hizo. Solo se hizo con Mario en ese momento”.
Cuando se le preguntó si le gustaría enfrentar a Gil para preguntarle directamente por qué lo señaló, García concluyó tajante: “No, la verdad es que no, ya pasó. Te digo, ya pasó todo, ya, yo creo que tú tratas de olvidar. No se puede. Digo, no sé, no, no sé si él haya dormido durante todo el tiempo que estuvo fuera de. Yo creo que igual a la fuerza no sé algo su conciencia no lo dejó y hasta ahorita salió a hablar, ¿no?”.
Es así como se abre un nuevo capítulo en uno de los casos más polémicos en el medio artístico, al tiempo que Jorge García continúa buscando cerrar una herida que sigue viva tras casi tres décadas del trágico incidente.