Gibraltar. – Las aguas de Gibraltar parece ser que han dejado de ser seguras para todo barco que las cruce, ya que ha sido posible identificar una amenaza de colores negro y blanco que le ha tomado gusto a la práctica del hundimiento de navíos.
Se trata de una orca llamada White Gladis, o simplemente Gladis, que ha sido analizada por científicos que, temen, sea la líder de un grupo de estas especies marinas que de 2020 a la fecha se han dedicado a derribar veleros en esta parte del mundo.
Este escenario fue planteado por el biólogo de la Universidad de Aveiro en Portugal, Alfredo López Fernández, quien junto a otros expertos han sugerido que la conducta agresiva de dicho depredador podría considerase una especie de venganza o defensa territorial, puesto que años atrás, White Gladis quedó atrapada en las redes de un barco que era tripulado por pescadores ilegales.
Otra versión que se plantea es que las orcas más jóvenes simplemente sigan el comportamiento de las mayores, por lo que imaginarían que el hecho de derribar barcos se trata de un juego o una actividad común.
“Nosotros no interpretamos que las orcas están enseñando a los jóvenes, aunque el comportamiento se ha extendido a los jóvenes verticalmente, simplemente por imitación, y luego horizontalmente entre ellos porque lo consideran algo importante en sus vidas”, declaró López Fernández al medio de comunicación WordsSideKick.com.
Hasta ahora las interacciones de las orcas con los barcos han sido inofensivas, además, no son repetitivas, ya que solo han atacado a uno de cada 100 barcos que pasan por la zona; las cifras compartidas por López Fernández muestran que al día de hoy han sido hundidos tres barcos.
Orcas ponen en jaque a pareja británica
De todos los ataques que ha “orquestado” la orca White Gladis, quizá el más sonado ha sido aquel que le sucedió a una pareja británica en el estrello de Gibraltar, cerca de Marruecos.
Janet Morris y Stephen Bidwel estaban de vacaciones cuando su barco fue perseguido por un grupo de orcas liderado por Gladis, que les hizo pasar un rato muy desagradable.
“No podía creerlo cuando los vi (…) éramos presa fácil", dijo Janet de 58 años al medio Telegraph.
La pareja salió sana y salva de la persecución, sin embargo, quienes sí sufrieron fueron tripulantes de un velero cercano a las costas de España, que justo dos días después fueron derribados por el animal.
“Los pequeños sacudieron el timón en la parte trasera mientras que el grande retrocedió repetidamente y embistió al barco con toda su fuerza desde el costado”, reveló Werner Schaufelberger.