Monterrey. – Ángel David Revilla, mejor conocido como Dross, compartió a través de su canal de YouTube una de las tantas historias que diariamente llegan a su correo electrónico, aconteciendo esta última en Monterrey, Nuevo León.
El youtuber explicó que dicha historia le llegó por medio de una persona que trabajaba en un bar, luego de que este escuchara la vivencia de un cliente en especial.
Cuenta que este cliente se identificó como doctor González, un galeno especializado en pediatría y sobre todo, en la rama de la cardiología.
Dijo que este hombre lucía como una persona en situación de calle, sin embargo, contaba con mucho dinero, y no era para menos considerando que en su momento tenía con una clínica instalada en la colonia Del Valle, en San Pedro Garza García, donde solía atender a clientes de alto poder adquisitivo.
Sin embargo, un día llegó a su consultorio un hombre a quien llamaban “Don Pancho”, originario de Tamaulipas, quien llevó a su hijo de 10 años a consultar, temeroso de que padeciera un problema en el corazón.
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Y así era. Luego de unos análisis, el doctor identificó que el chico era candidato a un trasplante, ejercicio que al paso de un tiempo se llevó a cabo, pero sin éxito.
Para entonces, el pediatra había sido advertido por colegas que tuviera cuidado ya que el tal “Don Pancho” era una persona peligrosa, y que no perdonaría si algo malo le pasara a su hijo.
No pasó mucho tiempo para que el doctor González recibiera una llamada en donde la persona tras el teléfono le dijo: “Te dije que no se te muriera (el niño de 10 años).”
Consciente de que posiblemente estaba en peligro, el doctor cerró un tiempo, pero regresó a sus actividades al notar que nada extraño había sucedido después.
Para entonces, el pediatra se había casado, tuvo un bebé, y su imagen salió en los periódicos, lo que lo convirtió en una persona ciertamente reconocida.
Dross narró que a partir de aquí, cierto día, el doctor recibió un ofrecimiento de realización de una fiesta para el recién nacido, a lo cual accedió después de notar cierta insistencia de parte de los interesados.
El evento se llevó a cabo en un rancho que el experto médico tenía en Allende, a donde fueron decenas de familiares.
Según la crónica, uno de los organizadores de la fiesta sacó una piñata e invitó al doctor que le pegara con un palo que le fue proporcionado.
El médico acató y comenzó a pegarle a la piñata, pero supo que algo andaba mal, y cuando esta cayó al suelo notó que lo que había dentro era el cuerpo de su hijo recién nacido.
Al final, el organizador de la fiesta le hizo saber que todo había sido una venganza preparada por aquel sujeto identificado como “Don Pancho”, de quien no se supo más después.
La historia, como muchas otras, sirvió de inspiración para que se escribiera un narcocorrido, mismo que fue titulado: “La Piñata del Médico.”