México.- El Año Nuevo es un evento global, pero no llega al mismo tiempo a todos los rincones del planeta.
Mientras algunas regiones, como Kiribati o Samoa, son las primeras en cruzar al nuevo año, otras deben esperar hasta 24 horas más para unirse a las celebraciones.
Desde islas deshabitadas hasta territorios remotos habitados, te contamos quiénes son los últimos en despedir el año viejo y qué los hace especiales.
Los últimos puntos del planeta en recibir el Año Nuevo
1. Islas Howland y Baker: el último rincón del tiempo
Ubicadas en el Pacífico central y pertenecientes a Estados Unidos, estas islas deshabitadas son oficialmente los últimos lugares del mundo en celebrar el Año Nuevo.
Debido a su ubicación al oeste de la Línea Internacional de Cambio de Fecha, permanecen 26 horas detrás de los primeros lugares en festejar, como Kiribati.
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2. Samoa Americana: el último lugar habitado
A pesar de estar a solo 2,000 kilómetros de Samoa, uno de los primeros en recibir el año, Samoa Americana se encuentra en el extremo opuesto de la Línea Internacional de Cambio de Fecha.
Este pequeño territorio de Estados Unidos es el último lugar habitado en celebrar, con una diferencia de 24 horas respecto a su vecino.
Otros lugares que celebran más tarde
Además de las islas Howland y Baker y Samoa Americana, otros lugares destacan por estar entre los últimos en recibir el Año Nuevo.
Hawái (Estados Unidos)
Este popular destino turístico es uno de los últimos puntos en festejar gracias a su huso horario único.
Tahití y las Islas Marquesas (Polinesia Francesa)
Estas islas ofrecen espectaculares celebraciones en medio del Pacífico, aunque con diferencias horarias entre ellas.
Alaska (Estados Unidos)
En las regiones occidentales, como Adak, las festividades ocurren horas después que el resto del estado.
Islas Midway
Aunque poco conocidas, estas islas del Pacífico norteamericano están entre las últimas en celebrar.
Islas Pitcairn (Reino Unido)
Una colonia británica remota que también despide el año entre los últimos.
El Año Nuevo es un recordatorio de cómo el tiempo conecta y separa al mundo al mismo tiempo.
Mientras unos ya duermen tras las celebraciones, otros apenas encienden los fuegos artificiales.
Desde la tranquilidad de las islas Howland y Baker hasta la calidez de Samoa Americana, cada lugar tiene su magia única para cerrar un ciclo y comenzar otro.